La persistencia en atribuir la crisis —esta vez de medicamentos— a sanciones de EE. UU., evidencias digitales manipuladas y encuestas preelectorales de origen dudoso emergen como tácticas para distorsionar la realidad en Venezuela
Esta semana, el resurgimiento de campañas publicitarias que culpan a las sanciones estadounidenses por la escasez de medicamentos, junto con revelaciones sobre manipulaciones en evidencias digitales y el uso de sondeos de opinión política provenientes de encuestadoras con poca credibilidad, destacan cómo estos argumentos son empleados estratégicamente para ceder las responsabilidades propias a terceros convenientes.
Las sanciones no son la causa
Venezuela es escenario permanente de narrativas que atribuyen la crisis económica y de salud pública a las sanciones impuestas por Estados Unidos. Esta semana, Caracas vio resurgir este argumento a través de vallas publicitarias que señalan a estas medidas como la raíz de la escasez de medicamentos esenciales, como la insulina, entre otros mensajes.
Investigaciones realizadas por Cazadores de Fake News han demostrado que esta narrativa es engañosa. Diversas fuentes confirman que la crisis de medicamentos en Venezuela comenzó mucho antes de las sanciones impuestas en 2017, como señalan las vallas. Por ejemplo, un reportaje de El Nuevo Herald de junio de 2012 ya documentaba una grave falta de medicinas, atribuida a políticas económicas que desalentaron la inversión privada y complicaron la importación de insumos esenciales.
La táctica de culpar a las sanciones se ha usado recurrentemente para desviar la atención de la mala gestión gubernamental y la corrupción que han agravado la crisis. El gobierno venezolano, a través de sus funcionarios y medios estatales, ha promovido una versión de los hechos que intenta eximirse de responsabilidad al proyectar las consecuencias de sus propias políticas hacia factores externos.
“El gran tema es que eso se expresa en los medios como si en Venezuela existiera una crisis humanitaria y nosotros negamos rotundamente. Hay una visión de Venezuela de que Venezuela no hay alimentos, no hay medicina. Venezuela hoy, lo ha dicho la FAO, 97% de la población come tres veces o más. La talla promedio y el peso de los niños venezolanos ha aumentado producto de las políticas nutricionales y alimentarias de estos 16 años de revolución”.
William Castillo. 11 de julio, 2016
Inconsistencias en capturas de WhatsApp sugieren manipulación
El Fiscal General Tarek William Saab acusó al periodista Carlos Julio Rojas de estar implicado en un intento de magnicidio, apoyándose en capturas de supuestas conversaciones de WhatsApp como evidencia. Sin embargo, un análisis meticuloso de estas capturas reveló que presentan inconsistencias que plantean dudas sobre su autenticidad.
Las capturas expuestas por el Fiscal General contenían errores ortográficos y tipográficos poco comunes en el uso habitual de WhatsApp. Por ejemplo, los números de teléfono no se presentaban con el formato estándar de la aplicación, que normalmente incluye el símbolo «+» del código de país seguido de un diseño estructurado con espacios fijos, cosa que no ocurrió en los mensajes presentados como prueba.
«En la captura del perfil de Rojas, la cita de Simón Bolívar aparece con comillas dobles rectas, a diferencia del estilo de comillas rizadas que actualmente utiliza WhatsApp, lo cual es un claro indicio de manipulación», subraya el informe de Cazadores de Fake News. Además, las discrepancias en el tipo de letra y la alineación de los textos sugieren que los mensajes podrían haber sido editados o forjados en otra aplicación.
Este episodio no es aislado. Incidentes anteriores han demostrado que la manipulación de conversaciones digitales se ha utilizado en ocasiones como herramienta para incriminar a opositores políticos en Venezuela.
Manipulación electoral a través de encuestas
En la última emisión del programa «Con Maduro+», del 22 de abril de 2024, se presentaron los resultados de una consulta sobre “Valoración de personalidades políticas” realizada por la encuestadora DataViva, la cual fue introducida durante el segmento «Zona Digital» conducido por el periodista español Ignacio Ramonet. Los resultados de esa consulta, favorables a Maduro, se utilizaron para contrarrestar a «los medios hostiles que tratan de imponer un relato en el que en Venezuela no existiría pluralidad política”, en palabras del periodista, quien sugirió que Nicolás Maduro se enfrenta a una competencia significativa en las próximas elecciones.
Según los resultados obtenidos por DataViva, Nicolás Maduro lidera la valoración política con un 55,7%, seguido por otros candidatos como Manuel Rosales con un 13,5%, Benjamín Rausseo con 7,1%, Antonio Ecarri con 6,3%, y Daniel Ceballos con 3,5%. La encuesta incluyó un total de 13 candidatos, incluyendo a José Brito o a Javier Bertucci, hecho que destacó Ramonet como prueba de la diversidad de opciones políticas frente a las acusaciones de falta de pluralidad.
Sin embargo, DataViva ha sido objeto de escrutinio anteriormente por la falta de transparencia en sus métodos de recolección de datos y por sus resultados consistentemente favorables hacia Maduro. Miguel Ángel Contreras Natera, único representante conocido de DataViva, admitió en una entrevista que los datos de una de las encuestas que publicó la empresa en agosto de 2023 se recopilaron durante «misiones» gubernamentales, lo que podría introducir un sesgo significativo en los resultados.
De hecho, en agosto de 2023, la red social X suspendió la cuenta de DataViva debido a irregularidades y falta de transparencia, poniendo en duda la autenticidad de sus estudios. Este episodio subraya cómo las encuestas pueden ser utilizadas como herramientas de influencia política, especialmente en contextos electorales.
Cazadores de Fake News investiga a detalle cada caso, mediante la búsqueda y el hallazgo de evidencias forenses digitales en fuentes abiertas. En algunos casos, se usan datos no disponibles en fuentes abiertas con el objetivo de reorientar las investigaciones o recolectar más evidencias.