La prohibición de ventas de equipamiento militar responde a una medida antiterrorismo válida desde el 2006. Desde entonces, al menos dos de los aviones han estado operativos en posesión de Venezuela siendo usados en actos conmemorativos y ejercicios militares fuera del país
Una publicación de Venezolana de Televisión (VTV) afirma que Venezuela “burló las sanciones y recuperó los cazas F-16” luego de que sus repuestos “fueron secuestrados por el gobierno imperial (de Estados Unidos)”. Esto después de que Nicolás Maduro los mencionara el pasado 27 de noviembre durante el acto por el 104º aniversario de la aviación de Venezuela.
La investigación de Cazadores de Fake News determinó que la información es engañosa. Los repuestos de los F-16 venezolanos, manufacturados en Estados Unidos, no pueden ser vendidos directamente a Venezuela por la Ley de Control de Exportación de Armas, que prohíbe vender piezas militares a países que no cooperan plenamente en el combate al terrorismo. Aún así, el gobierno de Venezuela ha logrado mantener operativos a algunos de ellos por medio de triangulaciones ilegales según las leyes norteamericanas.
Las afirmaciones de que Venezuela “recuperó los cazas” o que sus repuestos “fueron secuestrados”, fueron amplificadas además por algunas cuentas de comunicadores populares o propagandistas, pareciera equiparar el caso de los F-16 con el del Boeing 747 de la aerolínea Emtrasur entregado a Estados Unidos en 2024, del cual Nicolás Maduro denunció su “secuestro” y pidió apoyo para “recuperarlo” tras ser retenido por Argentina en 2022.
El pasado 27 de noviembre en un acto por el 104º aniversario de la aviación de Venezuela, Nicolás Maduro afirmó que “después de 20 años de sancionados y perseguidos los aviones F-16 de Venezuela, ahí están surcando los aires venezolanos, defendiendo a diario nuestro espacio aéreo y combatiendo las mafias, y preparados para cualquier escenario”. El primer mandatario no usó las palabras “secuestro” ni “recuperación” —presentes en la publicación de VTV— para referirse a los F-16.
La imposibilidad de adquirir repuestos para los caza se remonta al año 2005, cuando el ex presidente venezolano Hugo Chávez acusó a Estados Unidos de retrasar la entrega de estas piezas, acusación que fue respondida por el embajador de EE.UU. para Venezuela, William Brownfield, quien dijo que su país cumplió con el contrato y suministró las unidades.
Posteriormente, en 2006, la administración de George W. Bush prohibió la venta de repuestos o prestación de mantenimiento al escuadrón venezolano, e incluyó a Venezuela en la lista de países que no cooperan plenamente con el combate al terrorismo. Ambas medidas –que siguen vigentes en la actualidad– prohíben a empresas de Estados Unidos suministrar insumos o servicios de carácter militar a Venezuela, pero no implican el “secuestro” de las mismas.
Sin embargo, Venezuela se las ha ingeniado desde entonces para mantener, al menos, un par de aviones operativos a lo largo del tiempo. Estos se han usado en actos conmemorativos, como los desfiles del 5 de julio por la firma del Acta de Independencia de Venezuela en 2016 (donde 3 de ellos participan simultáneamente en el desfile), 2019 con 4 aviones F-16 volando como parte del acto protocolar—, 2022 en el que se aprecia una formación híbrida de dos aviones F-16 y dos Sukhoi Su-30MK2, e incluso en 2024 donde parecen haber 4 de ellos, y en eventos militares, como el Cruzex Flight, donde los cazas venezolanos destacaron en la edición de 2013, en Brasil, al recibir el premio por mejor diseño de cola.
¿Cómo Venezuela ha mantenido operativos algunos de los F-16?
Producto de la prohibición de Estados Unidos en 2006, en Internet hay registros disponibles de intentos de importar a Venezuela repuestos de distintos aviones, entre ellos los F-16. Tal es el caso de un ex empleado de Derco Aerospace, Ronald Dobek, fue condenado en 2014 a siete años por exportar ilegalmente a Venezuela piezas de F-16 entre diciembre de 2007 y diciembre de 2008, violando la Ley de Control de Exportación de Armas, la cual indica que esta actividad debe contar con la autorización del Departamento de Estado, puesto que estas unidades están dentro de la Lista de Municiones de EE.UU.
Esta misma ley también fue citada en otro caso relacionado con Venezuela. En octubre de 2010, Marsh Aviation Company y su presidente, Floyd D. Stilwell, fueron acusados de enviar motores de aviones T-76 a la aviación de Venezuela entre noviembre de 2005 hasta el 5 de febrero de 2008, para lo cual Stilwell modificó el contrato y así poder negociar con un coronel de la aviación venezolana llamado Guiseppe Luciano Menegazzo-Carrasquel, condenado en agosto de 2013 a 19 meses de cárcel.
Los casos de Derco Aerospace y Marsh Aviation no son los únicos intentos de ingresar a Venezuela piezas de aviones de fabricación estadounidense. En 2020, la periodista Sebastiana Barráez reseñó para el portal Infobae cómo Venezuela obtiene piezas del C130 Hércules a través de un esquema de triangulación — revelado por un general bajo la condición de identidad protegida— entre Irán, Turquía y Lockheed Martin, la empresa fabricante de este avión.
La afirmación de que los repuestos de los F-16 venezolanos fueron “secuestrados” por Estados Unidos carece de fundamento y responde a una interpretación imprecisa de la prohibición de venta de equipamiento militar a países que no colaboran plenamente con la lucha contra el terrorismo. Si bien estas sanciones han dificultado la compra directa de piezas, la evidencia muestra que Venezuela ha sido capaz de mantener operativos, al menos, un par de aviones mediante métodos ilegales.
Cazadores de Fake News investiga a detalle cada caso, mediante la búsqueda y el hallazgo de evidencias forenses digitales en fuentes abiertas. En algunos casos, se usan datos no disponibles en fuentes abiertas con el objetivo de reorientar las investigaciones o recolectar más evidencias.