Narrativas de la semana: Distorsión y Desinformación

Analizamos cómo el régimen venezolano usa desinformación y propaganda para desviar la atención de temas relevantes como: la investigación en la CPI, el asesinato de Ronald Ojeda y el revuelo causado por el estreno de la película “Simón” en Netflix

En esta edición, exploraremos tres temas cruciales que han marcado la agenda informativa reciente: desinformación e imposición de narrativas en torno al asesinato del exteniente Ronald Ojeda, crítico al gobierno de Maduro; distracción de la investigación sobre presuntos crímenes de lesa humanidad cometidos en Venezuela y desprestigio a la CPI utilizando otras noticias internacionales; y la desinformación como arma de desprestigio en la que se intenta empañar el éxito de la película “Simón” al vincularla con crímenes que no son ni raciales, ni de odio ni por discriminación. En todos los casos, la estrategia es tergiversar los hechos para distorsionar la percepción pública.

Distracción sobre la investigación en la CPI: Una táctica de propaganda

El régimen de Venezuela ha intentado desviar la atención de la reanudación de la investigación en la Corte Penal Internacional (CPI) por presuntos crímenes de lesa humanidad, recurriendo a técnicas clásicas de propaganda. Este esfuerzo de distracción se produce luego de que la Sala de Apelaciones de la CPI —el 1° de marzo—desestimara la última apelación del gobierno venezolano y la CPI retomara la investigación sobre Venezuela.

El arte del Whataboutismo

La respuesta de voceros oficiales y medios afines es un claro ejemplo de Whataboutismo con el que intentan desacreditar a la CPI “por no investigar otros crímenes internacionales”, como los que podrían estar ocurriendo en Gaza. Esta técnica busca desviar la atención y cuestionar la legitimidad de las críticas del organismo internacional.

El Whataboutismo es la técnica o práctica de responder a una acusación o pregunta difícil haciendo una contraacusación o planteando un tema diferente.

Monopolio de propaganda: desviación

La investigación sobre el asesinato de Ronald Ojeda sigue en curso

A pesar de los intentos por cerrar el caso, la investigación sobre el secuestro y asesinato de Ronald Ojeda, liderada por el fiscal chileno Héctor Barros, permanece abierta y no se ha identificado al autor intelectual. El Ministerio Público de Chile mantiene los detalles en secreto, mientras intentan contrarrestar la desinformación y los rumores impulsados desde Caracas.

“Esta es una investigación compleja, relacionada con el crimen organizado”.

Héctor Barros, Fiscalía Metropolitana de Chile.

En ningún momento las autoridades chilenas han identificado al autor intelectual detrás del asesinato de Ojeda, la investigación permanece abierta. Mientras tanto, los propagandistas omiten —deliberadamente— explicar que, si bien se debilitó el móvil político en la investigación, las pesquisas no vinculan el secuestro y asesinato de Ojeda con el “crimen organizado chileno”, sino con el Tren de Aragua.

El supuesto «crimen de odio» contra Orlando Figuera vs. el impacto de la llegada de la película “Simón” a Netflix

La llegada de la película venezolana “Simón” a Netflix estuvo acompañada por la promoción de narrativas desinformativas sobre crímenes de odio, específicamente el caso de Orlando Figuera —para desviar la atención de las muertes causadas por el Estado venezolano durante las protestas de 2017—. A pesar de las versiones progubernamentales, las investigaciones demostraron que Figuera no fue atacado “por ser chavista”, sino que su muerte resultó de una riña personal.

Figuera fue un joven de 22 años que murió 15 días después de ser apuñalado y quemado vivo en Altamira (Caracas) por terceros, mientras se desarrollaba una protesta antigubernamental en la misma zona el 20 de mayo de 2017. En su momento, el gobierno venezolano promovió la versión de que Orlando Figuera fue atacado por miembros de la oposición por el hecho de “ser chavista”, y calificó el delito como un crimen de odio.

De acuerdo con la investigación encabezada por el fiscal 48 del Área Metropolitana de Caracas, Figuera no fue atacado por ser chavista. El Ministerio Público tomó una prueba anticipada —el testimonio de la víctima, certificado por la presencia de un defensor público y un fiscal— lo que permitió establecer que su lamentable asesinato fue producto de una riña personal en un momento en el que aumentaron la violencia y los linchamientos en el país. El entonces fiscal, Zair Mundaray, lo explicó en una entrevista con Provea

La aplicación de estas técnicas de distorsión y desinformación han sido y seguirán siendo herramientas clave para manipular la percepción pública en torno a eventos críticos y narrativas políticas, demostrando la persistencia de la propaganda y la desinformación en el universo informativo venezolano.


Cazadores de Fake News investiga a detalle cada caso, mediante la búsqueda y el hallazgo de evidencias forenses digitales en fuentes abiertas. En algunos casos, se usan datos no disponibles en fuentes abiertas con el objetivo de reorientar las investigaciones o recolectar más evidencias.

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