Un representante del gobierno ruso afirmó que la muerte del expresidente Chávez fue coordinada desde Estados Unidos, pero no mostró evidencias
El Teniente General Igor Kiríllov, Jefe de las Fuerzas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia, usó como ejemplo del supuesto envenenamiento del ex presidente de Venezuela, Hugo Chávez, como argumento de “la violación por parte de Estados Unidos de la Convención sobre la Prohibición de las Armas Biológicas y Toxínicas”, según recoge el resumen de su alocución.
Sin embargo, Kírillov no mostró ninguna evidencia del supuesto envenenamiento de Chávez y mencionó unas declaraciones realizadas por Nicolás Maduro que no fueron reseñadas por la prensa venezolana, ni aparecen en las intervenciones del gobernante de Venezuela disponibles en video, que se han registrado en 2022.
Las pruebas de Kiríllov
Las afirmaciones del representante ruso se basan en unas supuestas declaraciones hechas por el presidente Nicolás Maduro el pasado 18 de julio de 2022, en las que habría anunciado públicamente tener pruebas de que el presidente Chávez había sido envenenado, de acuerdo con lo reseñado por el portal de propaganda ruso RT.
“Kiríllov hizo referencia a las palabras del actual mandatario, Nicolás Maduro, que el pasado 18 de julio habló públicamente sobre «la implicación de EE. UU. en el asesinato» de Chávez”.
Refiere RT
Sin embargo, las supuestas declaraciones de Maduro no fueron reseñadas por ningún medio de comunicación venezolano o internacional. En la revisión de fuentes abiertas realizada por Cazadores de Fake News, no se hallaron registros que prueben dichas declaraciones.
Kiríllov incluyó el caso de Chávez en un conjunto de diapositivas y documentos que utilizó durante su alocución y que están disponibles para la descarga en la página de la red social VK del Ministerio de Defensa Ruso:
Una de las diapositivas mostrada se refiere a Venezuela. Contiene comentarios en color amarillo en ruso sobre tres artículos relacionados con la muerte de Hugo Chávez, que son detallados a continuación.
Artículo 1: Eva Golinger: ¿Quién mató a Chávez?
En las diapositivas mostradas por Kíríllov se cita un artículo fechado en abril de 2013, en el que Eva Golinger exploró varias teorías que sugieren un —hipotético— envenenamiento o inoculación del cáncer a Hugo Chávez, por parte de infiltrados que respondían a los intereses de Estados Unidos.
Para soportar su tesis, Golinger se valió de información de otros autores que citaron “documentos parcialmente desclasificados del Ejército de Estados Unidos”,que fueron desclasificados luego de una petición realizada por Associated Press y que apuntaban a la investigación en el área de armas biológicas.
“Aprobados por los niveles más altos del Ejército estadounidense en 1948, el esfuerzo formó parte de la búsqueda secreta de los militares para un ‘nuevo concepto de guerra’ usando materiales radiactivos de la bomba atómica para contaminar franjas de tierra enemiga o para utilizar contra bases militares, fábricas o tropas enemigas”. Robert Burns, periodista de Associated Press citado por Golinger.
Por su parte, Igor Kiríllov escogió una cita más específica del artículo de Golinger:
“…desde 1975 en las instalaciones especiales en Fort Detrick, “las investigaciones ultra secretas están encaminadas a desarrollar un programa especial de virus del cáncer, sumamente agresivo y letal…”. Percy Alvarado, agente de la Seguridad cubana, citado por Golinger.
Percy Francisco Alvarado Godoy es un revolucionario guatemalteco que, como agente de la Seguridad Cubana, se infiltró en la Fundación Nacional Cubano Americana para prevenir a Cuba de sus planes y acciones terroristas, según su perfil en Ecured.
Aparte de otras citas que corroboran los dos argumentos antes expuestos, Golinger no muestra ninguna prueba contundente sobre los autores del supuesto envenenamiento de Chávez.
El laboratorio militar de Fort Detrick ha sido mencionado en narrativas de desinformación recurrentes impulsadas por el gobierno ruso, en las que es identificado como un “laboratorio de armas biológicas”. El Kremlin también ha considerado a Fort Detrick como el lugar en el que se originó el virus que provocó el COVID-19.
Estas acusaciones, nunca soportadas con evidencias, son consideradas teorías de conspiración por verificadores de hechos independientes de todo el mundo.
Artículo 2: ¿Quién es Claudia Díaz Guillén?
Otra de las publicaciones referenciadas por Igor Kiríllov fue publicada en La Voz de América el 14 de mayo del 2022 y se titula ¿Quién es Claudia Díaz Guillén, la enfermera de Hugo Chávez acusada de corrupción en EEUU?.
Este artículo es un recuento de los procesos legales que enfrentan Díaz Guillén y Adrián Velásquez, su esposo, capitán retirado del Ejército y exedecán de Chávez en Venezuela y Estados Unido.
El artículo tampoco aporta información respecto a su vínculo con la muerte del presidente Chávez, más allá de que ambos salieron del país en 2013:
“Díaz Guillén y su pareja migraron de Venezuela luego de la muerte de Chávez, anunciada en marzo de 2013, según informes de prensa del país suramericano”. Cita La Voz de América
Artículo 3: ¿Muerte de Aníbal Chávez?
Un tercer artículo en la diapositiva presentada por Igor Kiríllov, data del 20 de julio del 2016 y se titula “Muerte del hermano de Hugo Chávez revela la crisis médica”.
El texto reseña la muerte del hermano de Hugo Chávez en medio de la crisis médico asistencial de Venezuela y no provee algún dato que le vincule a la muerte del expresidente.
La tesis del asesinato
La teoría de que Estados Unidos pudiera estar infectando de cáncer a los presidentes de países latinoamericanos no es nueva. El primer registro directo que pudo obtenerse está fechado el 28 de diciembre del 2011 y corresponde a unas declaraciones del propio expresidente Chávez, en el marco del discurso de fin de año a las Fuerzas Armadas:
“Es muy difícil explicar con la ley de las probabilidades lo que ha estado aconteciendo a algunos líderes de América Latina, al menos es extraño (…) Habrá que cuidar mucho a Evo Morales, (presidente de Bolivia) y a Rafael Correa (Ecuador)». Hugo Chávez en el mensaje de fin de año (2011) de las Fuerzas Armadas.
En esa oportunidad, Chávez también se refirió a las “extrañas alteraciones sanguíneas” que condujeron a la muerte de Yaser Arafat, líder nacionalista palestino.
«Hay que tener en cuenta cuántas cosas han desarrollado los países más poderosos. ¿Cómo murió Yasser Arafat, el gran líder palestino? El único diagnóstico que se conoce de su médico dijo que fueron ‘extrañas alteraciones sanguíneas’ y no hubo forma de salvarle la vida».
El 5 de marzo del 2013, cuando aún no había sido anunciada la muerte de Chávez, el entonces presidente encargado, Nicolás Maduro, se dirigió a la nación y afirmó que el gabinete no tendría dudas de que los “enemigos históricos de la Patria buscaron el punto para dañar la salud de nuestro Comandante”. Las palabras de Maduro se encuentran a partir del minuto 12:10.
Así mismo refirió nuevamente el ejemplo de Arafat que habría mencionado Chávez en vida.
Pero la investigación sobre el supuesto envenenamiento de Yaser Arafat fue cerrado a principios de septiembre de 2015, cuando los jueces franceses encargados cerraron el caso sin presentar cargos. Un artículo de la revista Time, refiere lo siguiente: «Al final de la investigación… no se ha demostrado que el señor Yasser Arafat haya sido asesinado por envenenamiento con polonio-210, dictaminaron los jueces”.
A partir del anuncio de la muerte del presidente Chávez, el propio Maduro, Golinger y otras personalidades del ámbito periodístico, académico y político vinculados a la revolución, hicieron eco de estas teorías de conspiración, sin presentar evidencias en ningún momento.
Las teorías conspirativas del chavismo
En el libro “América Latina tras bambalinas. Teorías conspirativas, usos y abusos”, los autores, Leonardo Senkman y Luis Roniger dedicaron el capítulo El chavismo y sus miradas conspirativas al gobierno de Venezuela. Allí refieren la entrevista que Telesur le hiciera a Eva Golinger el 13 de abril del 2016 titulada Chavez Assassination Attempts ‘Documented, Very Real’
En el artículo, la autora hizo nuevas conjeturas y señaló a Claudia Díaz como la posible autora del supuesto asesinato de Chávez:
“Claudia Patricia Díaz Guillén, fue la enfermera de Chávez durante varios años y tenía acceso privado y sin supervisión a él. Además, Claudia administró medicamentos, inyecciones y otros materiales relacionados con la salud y la alimentación a Chávez durante un período de años. Justo un mes antes de que se descubriera su enfermedad mortal en 2011”.
La periodista norteamericana adujo que la implicación de Díaz y su esposo Adrián Velázquez en los Panama Papers, así como el ingreso del exguardaespaldas de Chávez, Leamsy Salazar, al programa de protección de testigos de los Estados Unidos, los hacían sospechosos de estar vinculados con la muerte del mandatario.
“Si bien todo esto puede sonar muy parecido a una teoría de la conspiración, estos son hechos que se pueden verificar de forma independiente”.
Pero las teorías de conspiración defendidas por Kiríllov, Golinger, Maduro y el mismo expresidente Chávez, no son más que una mezcla de falacias cui bono y non seguitur: concluyen que sus enemigos habrían ejecutado un hecho (envenenar a mandatarios aliados), argumentando solamente que “podría beneficiarlos”, pero sin mostrar evidencias que comprueben ese argumento.
Estas teorías de conspiración también sirven para distraer y distorsionar debates públicos, tal como afirman Senkman y Roniger en la premisa central del capítulo dedicado a Venezuela:
“Desde la perspectiva del liderazgo venezolano, al sugerir tramas conspirativas, el chavismo estaba desplazando los problemas de conducción de la política al plano de confrontación con los enemigos internos quienes, a su vez, estarían cooperando con agentes norteamericanos”.
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