Lo que aprendimos en 2022 los cazadores de desinformación venezolanos

Mentiras, manipulaciones, falsificaciones y cuentas falsas. Así vivimos la guerra de información en Venezuela en 2022

Durante 2022, el uso de la desinformación como arma de guerra informativa en Venezuela continuó siendo detectada, analizada y denunciada por observadores de la sociedad civil como la organización anti desinformación Cazadores de Fake News.

La atención permanente sobre este fenómeno es un reflejo de la preocupación de la sociedad civil ante el uso sistemático de la mentira como otro instrumento de control de información en el país, que se complementa con tácticas de censura en medios tradicionales y electrónicos y con persecución a activistas, periodistas, medios independientes y ONG que trabajan a favor de la defensa de la democracia en el país.

Bulos, falsificaciones de documentos, videos descontextualizados, propaganda pagada en redes sociales, tendencias inauténticas en Twitter, campañas de estigmatización y cuentas falsas fueron algunos de los desórdenes informativos analizados y denunciados por Cazadores de Fake News que se presentan en este resumen anual.

¿Quién paga para convencer a todos de que Venezuela ha mejorado?

Desde principios de 2021, las frases “Venezuela se arregló” y “Venezuela se está arreglando” venían siendo usadas en tono de burla por usuarios en redes sociales que señalaban que, si bien la situación de una minoría de venezolanos mejoró en los últimos años, la mayoría continúa sufriendo las consecuencias de la crisis y miles siguen acudiendo a la migración como una opción para superarla. 

Y aunque es notable la difusión explícita de propaganda sobre la “recuperación económica” por parte de medios tradicionales y digitales cercanos al oficialismo, muchos cibernautas se preguntaban si la narrativa de “Venezuela se arregló” formaba parte de alguna campaña encubierta de propaganda impulsada por el Estado venezolano o alguno de sus simpatizantes.

Las sospechas fueron confirmadas en agosto de 2022, con una investigación sobre una red de canales de YouTube por varios años ha publicado videos encubiertos de propaganda, cuyo alcance ha sido amplificado con el pago de publicidad en YouTube, Facebook e Instagram y cuyos mensajes no solamente avivan la narrativa de la recuperación económica venezolana usando argumentos engañosos, manipulados y exagerados, sino que también buscan disuadir a potenciales migrantes de abandonar el país, distraer sobre las causas reales de la crisis migratoria, debilitar la intención del voto opositor y sembrar discordia en contra de los adversarios políticos del chavismo.

Durante 2022 fueron publicados desmentidos, aclaratorias e investigaciones sobre la crisis migratoria venezolana en varios escenarios: Chile, el Tapón del Darién y Estados Unidos. La vulnerabilidad de las masas migrantes y la falta de cobertura de prensa nacional del fenómeno, fue el caldo de cultivo para la difusión espontánea de información errónea y la fabricación de teorías conspirativas que afectaron a los migrantes venezolanos recorriendo el continente.

El caso más notable fue un rumor sobre la liberación de criminales venezolanos de cárceles venezolanas, que intentarían ingresar a los Estados Unidos. El bulo anti-migración surgió en Twitter, se amplificó por la acción de medios y políticos venezolanos que no identificaron que se trataba de desinformación, fue adoptado por portales norteamericanos que desinforman y, finalmente, fue repetido ante millones de personas por el ex presidente Donald Trump, quien lo mencionó en una reunión política, “lavando” su origen y transformando al rumor en “noticia” ante millones de personas:

@cazamosfakenews

Sobre el video de los venezolanos en el Darién, ¿realmente son malandros, delincuentes? Gracias a los usuarios de TikTok pudimos resolver este vago #darién #refugiosanvicente #tapondeldarien #selvadeldarien #venezolanosenpanama

♬ sonido original – Cazadores de Fake News

La llegada a Venezuela de la desinformación rusa sobre la invasión a Ucrania

La invasión de Rusia a Ucrania a finales de febrero trajo consigo otra ola de desinformación a nuestro país y, casi en tiempo real, los mismos bulos que circulaban en redes sociales entre cibernautas europeos, comenzaron a ser difundidos por comunidades venezolanas.

Se hizo necesario alertar a los venezolanos sobre el gran caudal desinformativo proveniente del conflicto, publicar desmentidos relámpago sobre bulos en tendencia y confrontar a desinformantes y medios locales que amplificaron bulos, videos manipulados, deepfakes y narrativas propagandísticas que en muchas ocasiones tenían días o semanas de haber sido desmontadas en Europa.

En octubre se publicó el informe «Rusia y Venezuela, aliados en la desinformación», un trabajo colaborativo sobre la influencia de la propaganda y la desinformación rusa en la esfera informativa venezolana. En el proyecto, publicado en inglés y español, participaron Es Paja, el observatorio de redes sociales Probox y Cazadores de Fake News. Es la referencia más completa sobre la influencia de la propaganda y la desinformación rusa en Venezuela y una instantánea sobre el alcance que RT y Sputnik, dos de los medios de propaganda más grandes de Rusia, tienen en el país.

La defensa de Alex Saab en redes y su vínculo con el Estado

En 2022 comenzamos a reconocer a la campaña digital y física a favor de la liberación de Alex Saab, como una operación de información impulsada desde el Estado venezolano.

En el pasado quedó el uso de tácticas, técnicas y procedimientos encubiertos con los que se intentaba abogar por Alex Saab sin demostrar vínculos directos con el gobierno de Maduro. En 2022, ministerios, embajadas, consulados, la Asamblea Nacional y voceros de mayoría oficialista, participaron explícitamente en una campaña internacional a favor de su liberación, usando “medios, redes y paredes”. 

Sin embargo, en reiteradas ocasiones también se hizo uso de desinformación y técnicas de manipulación de plataforma para simular un apoyo popular generalizado a Alex Saab que no es real, para afectar la credibilidad de periodistas, medios e investigadores de su caso y para desviar la atención de la opinión pública mientras suceden eventos que pueden perjudicar la imagen y el resultado del juicio al empresario.

Gran parte del esfuerzo del gobierno bolivariano se concentró en demostrar la supuesta “inmunidad diplomática” de Saab y lograr el reconocimiento de esta condición en  Estados Unidos para garantizar su pronta libertad. Sin embargo, varios de los documentos presentados en el juicio en curso en Miami tenían indicios de haber sido falsificados o, en el mejor de los casos, de haber sido fabricados de forma extemporánea. El esfuerzo también estuvo presente en la campaña desplegada en redes sociales y en el mundo físico, que se intentó mostrar como un movimiento “espontáneo” de ciudadanos apoyando a Saab, pero cuyos vínculos con el Estado venezolano se hicieron cada vez más evidentes.

La operación de información a favor de Alex Saab tuvo un objetivo secundario: destruir la credibilidad de periodistas y medios que hacen seguimiento de su juicio, con el uso de mentiras de ser necesario.

En julio documentamos el despliegue en Twitter de una perversa campaña de desinformación y estigmatización en contra del periodista Roberto Deniz y el portal Armando.Info, que fue impulsada por portales digitales desinformativos y de propaganda, periodistas de medios oficialistas e integrantes de los equipos que defienden a Alex Saab en redes sociales. El episodio finalizó con la suspensión de las cuentas de Twitter de tres portales propagandísticos involucrados en la campaña en contra del periodista.

La operación de información a favor de Alex Saab tuvo un objetivo secundario: destruir la credibilidad de periodistas y medios que hacen seguimiento de su juicio, con el uso de mentiras de ser necesario.

Misión: profundizar divisiones en la oposición

Los bulos relacionados con la oposición venezolana, impulsados durante el año, tuvieron un factor común evidente: buscaron socavar la credibilidad de líderes venezolanos, dividir y sembrar discordia entre los integrantes de distintos grupos y partidos opositores en el país. Las investigaciones permitieron evaluar el gran interés del Estado venezolano de destruir cualquier alternativa al proyecto político en marcha o al menos de inducir la autodestrucción de sus principales adversarios.

Entre los bulos detectados figuran encuestas falsas publicadas en Instagram sobre quién es el “mayor traidor de la oposición”, publicidad pagada en YouTube que busca profundizar la desconfianza en la oposición venezolana y bulos en contra líderes opositores específicos, que migran de Instagram hacia Twitter, son amplificados por medios proxy y terminan siendo reseñados en programas de propaganda transmitidos en televisión pública, a nivel nacional.

Las investigaciones permitieron evaluar el gran interés del Estado venezolano de destruir cualquier alternativa al proyecto político en marcha o, al menos, de inducir la autodestrucción de sus principales adversarios.

El líder opositor Juan Guaidó fue el objetivo de la mayor cantidad de incidentes de desinformación política durante el año 2022. Declaraciones distorsionadas por voceros del oficialismo, un documento documento falsificado con su firma y el logo de su partido y un video descontextualizado con el que se buscó vincularlo con un presunto narcotraficante, fueron algunos de los incidentes desinformativos en contra de Guaidó analizados el año pasado.

A partir de junio ocurrieron varios incidentes violentos durante visitas y mítines a los que Guaidó asistió, en ciudades como San Carlos, Maracaibo y Puerto Cabello. Algunos periodistas, medios y líderes del oficialismo divulgaron los videos como una falsa prueba del supuesto descontento en contra de Guaidó de los lugareños, o de los propios militantes de Voluntad Popular, a pesar de que los incidentes habían sido iniciados, de hecho, por militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

La ola de agresiones y las campañas desinformativas en contra de Guaidó asociadas llegaron a su clímax durante la primera semana de octubre, cuando se reportaron agresiones en su contra en las poblaciones El Peñón, Cumaná y Puerto La Cruz. Los incidentes fueron aprovechados por periodistas y medios oficialistas, para profundizar la narrativa de que las redes sociales reflejaban el “rechazo popular” y el supuesto odio generalizado del pueblo en contra de Guaidó. Pero la mayoría de los tweets de rechazo a Guaidó de principios de octubre no fueron publicados por tuiteros de oposición, sino por usuarios cercanos al oficialismo que intentaron implantar la narrativa desinformativa.

Para comprobarlo, realizamos un análisis de sentimientos con un dataset de 38.361 retweets publicados entre el 30 de septiembre y el 7 de octubre de 2022, que incluían variaciones del nombre de Juan Guaidó. Para evaluar los sentimientos de rechazo y simpatía de la conversación, se estableció un «parámetro de sentimiento», con los valores:

  • 1 punto (rojo): rechazo extremo, contenido desinformativo (incluyendo bulos y manipulaciones sobre los ataques) y contenido de incitación al odio en contra de Guaidó
  • 2 puntos (amarillo): rechazo
  • 3 puntos (verde): neutro
  • 4 puntos (turquesa): simpatía
  • 5 puntos (cian): simpatía extrema y contenido partidista pro-Guaidó
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Determinamos que la mayoría de los tweets con contenido desinformativo y de rechazo extremo en contra de Guaidó, fueron publicados desde el oficialismo venezolano por cuentas influyentes, periodistas, medios de comunicación e integrantes del equipo que defiende a Alex Saab, agrupados en el grupo rojo (izquierda), que también hicieron uso de spam para amplificar artificialmente el rechazo en contra de Guaidó.

Algunas cuentas influyentes de la oposición crítica (grupo central, principalmente naranja), generaron contenido de rechazo en contra de Guaidó, pero sin amplificar desinformación ni contenido de odio. Un tercer grupo (principalmente verde), estuvo compuesto por cuentas que publicaron tweets apoyando a Guaidó, mostrando solidaridad ante los ataques o publicando contenido partidista a su favor. 

El líder opositor Juan Guaidó fue el objetivo de la mayor cantidad de incidentes de desinformación política durante el año 2022.

Pagar por propaganda digital: el caso Tuiteros de La Patria

Los Tuiteros de la Patria amplificaron contenido propagandístico en Twitter del Estado venezolano durante los 365 días del año 2022. La red está conformada por miles de cuentas de Twitter cuyos operadores reciben pagos digitales a través del Sistema Patria para manipular la plataforma y lograr posicionar las etiquetas en el tope de los trending topics para Venezuela, una actividad prohibida por las reglas de reglas de Twitter y que Cazadores de Fake News ha denunciado desde el año 2019

Con el uso de spam, las cuentas que forman parte de la red amplificaron el alcance de etiquetas en Twitter con contenido propagandístico y narrativas del oficialismo venezolano, que son presentadas a diario a través de la cuenta oficial del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información.

Varios de las etiquetas amplificadas por esta red fueron analizadas en informes detallados publicados por Cazadores de Fake News y sus aliados. Unas buscaban resaltar la legitimidad de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela a nivel internacional, en un evento al que asistió (#VenezuelaEnLaCOP27 y #COP27, sobre la presencia de Maduro en la 27° Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático realizada en Egipto) y en otro al que nunca asistió (#MaduroEnLaONU); otras buscaban influir a favor de Alex Saab en el juicio que se desarrolla en Estados Unidos (#InmunityForSaab, #FreeDiplomatSaab, #TodosConAlexSaab y #AlexTeQuieroLibre). 

Las cuentas que forman parte de la red Tuiteros de La Patria amplificaron el alcance de etiquetas en Twitter con contenido propagandístico y narrativas del oficialismo venezolano presentadas a diario a través de la cuenta oficial del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información.

A pesar de las múltiples evidencias sobre pagos entregados a Tuiteros de la Patria por “tuitear todo lo del gobierno”, a veces publicadas inclusive por cuentas vinculadas con el gobierno venezolano, Twitter no ha sido capaz de contrarrestar esta estrategia de amplificación de propaganda

Operaciones de influencia en Venezuela y Latinoamérica

Cuando detectamos en Twitter a “Los Trolls Llaneros” durante la campaña de las elecciones regionales de Venezuela (2021), nunca imaginamos que la red de 181 cuentas trolls era parte de una red más grande con al menos 352 cuentas troll, que había estado operando internacionalmente para influir audiencias en Bolivia, Panamá y República Dominicana.

Las cuentas troll tenían un factor común: promovieron contenido propagandístico y desinformativo a favor de presidentes, gobernadores y alcaldes en los cinco países, y estuvieron involucrados en sus respectivas campañas electorales. Es la primera vez en la que fue posible demostrar el uso sistemático y anti-ético de cuentas falsas en Twitter para difundir desinformación política en contextos electorales en la región, y su relación con la creación de aplicaciones de gobierno digital que pueden manejar datos de votantes, a los cuales pueden tener acceso los mismos candidatos que se beneficiaron de las campañas desinformativas impulsadas por los trolls.

También logramos detectar una red ecuatoriana con 843 cuentas encubiertas automatizadas (bots), eventualmente fueron suspendidas, que amplificaron narrativas y generando contenido favorable al presidente de Ecuador, y un grupo de 21 cuentas bot chilenas, haciéndose pasar de forma engañosa por ciudadanos venezolanos, cubanos y nicaragüenses, para generar propaganda en contra del Senado y del ex presidente Sebastián Piñera.

¿Cuál es el efecto de estas tácticas de manipulación de redes sociales y cómo puede la sociedad civil defenderse ante ellas?

Es una discusión pendiente, de vital importancia en contextos electorales y durante episodios de turbulencia política y social, que tarde o temprano, deberá ser abordada por sociedad civil, políticos y legisladores en todos los países de la región.


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