Se está difundiendo a través de WhatsApp una cadena de texto que advierte sobre supuestos riesgos para la salud generados por el uso de papel aluminio para envolver y cocinar alimentos.
El texto en cuestión hace énfasis también a supuestas diferencias neurotoxicidad entre ambas caras del papel aluminio, afirmando que envolver alimentos con un lado particular del papel, podría contaminar la comida y generar alzhéimer. La información ha generado preocupación en algunos lectores venezolanos, debido al ocasional uso de papel de aluminio en sustitución de hojas de plátano, usadas tradicionalmente en la preparación de platos navideños venezolanos (hallacas, bollitos).
La investigación de Cazadores de Fake News determinó que las alertas sobre los supuestos riesgos de esta práctica, son generalmente ENGAÑOSAS.
Muchos artículos disponibles en línea desde hace muchos años desmienten o aclaran estos rumores.
Sitios web internacionales de verificación de rumores y noticias falsas como Snopes y Truth or Fiction, concluyen que no está probada la relación entre la aparición de alzhéimer y la exposición ocasional del humano al aluminio, por medio de papel aluminio, implementos de cocina (como cucharas u ollas) u otros productos de uso diario, como desodorantes y antitranspirantes.
Con respecto al peligro las emisiones de aluminio que pueden ser ingeridas al consumir bebidas en latas, la Fundación Alzheimer Venezuela, afirma en un artículo publicado en el año 2009 que “una persona tendría que beber aproximadamente 5.000 latas 350 cm3 para obtener la misma cantidad de aluminio que posee un comprimido antiácido de hidróxido de aluminio”.
La Asociación Alzheimer Nuevo México indica al respecto que “esta enfermedad parece desarrollarse cuando efectos de varios factores se combinan, entre ellos la edad, la genética, estilos de vida, factores ambientales y la capacidad natural del cerebro para enfrentarse a ellos” y considera que afirmar que el aluminio es la causa de la enfermedad, es un “mito del alzhéimer”.
Con respecto a las diferencias entre usar algún lado en particular del papel aluminio, Reynolds, la mayor fabricante de papel aluminio de los Estados Unidos, afirma que “la función del papel es igual, indistintamente del lado que sea usado” y aclara que las diferencias en la textura del papel aluminio simplemente se debe solo a procesos específicos de manufactura y no existe una recomendación específica sobre cuál lado usar.
Algunos antecedentes
La asociación norteamericana Alzheimer’s Association explica en una sección de mitos sobre el alzhéimer publicada en su sitio web que:
“Durante los años 60 y 70, el aluminio surgió como un posible sospechoso de generar alzhéimer. Esta sospecha generó preocupación por la exposición al aluminio a través de fuentes cotidianas como ollas y sartenes, latas de bebidas, antiácidos y antitranspirantes. Desde entonces, los estudios no han podido confirmar el rol del aluminio como causante del alzhéimer. En la actualidad, los expertos se centran en otras áreas de investigación, y pocos creen que las fuentes cotidianas de aluminio representen una amenaza”.
Alzheimer’s Association
Otro artículo publicado por el portal Truth or Fiction, indica que los rumores sobre los vínculos entre el uso del aluminio y el alzhéimer reaparecieron en 2014, cuando el sitio web de salud natural Mercola.com publicó un reporte bajo titular “Estudio demuestra relación entre el alzhéimer y la toxicidad del aluminio”.
“Dicho estudio fue usado desde ese momento para argumentar que cocinar con papel aluminio o que la exposición al aluminio a través de ollas, planchas u otros productos causa alzhéimer. Esas afirmaciones son cuestionables porque no es lo mismo una exposición casual al aluminio que respirar polvo de aluminio a diario durante ocho años. Por otro lado, los investigadores no concluyeron que la exposición al aluminio sea la causante de la enfermedad en humanos, sino que su relación es <posible> o <bastante probable>”.
Truth or Fiction
Discusión en la comunidad científica
Durante años, en la comunidad científica ha aceptado de forma bastante mayoritaria, más no unánime, que no existen pruebas para vincular la exposición casual del ser humano al aluminio y la aparición de alzhéimer.
Sin embargo, una parte minoritaria de la comunidad científica insiste en que es necesario realizar mayor cantidad de estudios para establecer si existe alguna relación. En un artículo de The Washington Post publicado en 2013, John Savory, profesor emérito de patología de la Universidad de Virginia, resalta que la hipótesis aún no ha sido descartada:
“Se ha vuelto muy difícil conseguir financiamiento para hacer trabajos sobre el aluminio. En cuanto se mencionan trabajos sobre el aluminio, se descartan diciendo que esa hipótesis (de la relación con el alzhéimer) fue refutada hace años. Pero la relación no ha sido refutada. En realidad, nadie sabe si exista”
John Savory, profesor de la Universidad de Virginia
Amy Borenstein, profesora de epidemiología de la Universidad de Salud Pública de South Florida, cree que la contribución del aluminio en el aumento del riesgo al alzhéimer es demasiado pequeña para justificar mucha investigación al respecto. “Si el aluminio juega algún papel, es muy pequeño”, dice. “Y hay muchos otros factores de riesgo mucho más importantes para estudiar”.
Recientemente, otros estudios han sido publicados, reviviendo el debate sobre la relación entre la exposición al aluminio y la enfermedad de alzhéimer, pero la conexión entre ambos sigue estando lejos de estar comprobada.