Una breve reflexión sobre cómo la información errónea desvirtúa los logros de nuestra diáspora
Cuando el humor es usado como desinformación, su intención es hacer daño a un objetivo. Hemos visto que granjas de trolls y equipos coordinados («laboratorios«, le dicen en Venezuela) usan memes y chistes para difundir propaganda y hostigar a periodistas.
Pero este NO es el caso del meme de Arca. ¡Es solo humor! —una injusticia de chiste—, pero humor al fin.
Desde el génesis del internet, los memes y las manipulaciones fotográficas han sido usadas como herramientas de expresión de ideas en los ecosistemas digitales. Evidentemente no entramos en ese saco: condenar el uso de memes y del humor en internet, es desconocer la historia de la web y sus dinámicas.
Pero hay algo que ocurre cuando se viraliza Información Errónea (que no es lo mismo que desinformación, porque no tiene mala intención) sobre éxitos de venezolanos en el exterior: fuera de los ecosistemas virtuales donde surge el meme (en el caso del meme de Arca, en Twitter e Instagram), suele perderse el contexto de su creación.
Una vez que el meme comienza a viralizarse en WhatsApp o en grupos de Facebook, o peor aún, comienza a difundirse fuera del país origen, o en otros idiomas, el chiste suele perder todo el sentido.
Muchas comunidades en línea que lo reciben, no están al tanto de su contexto y no saben, no quieren o no pueden verificar la información recibida.
Se crea una segunda realidad, que en este caso no es muy relevante, pero que ha hecho repetir mentiras absurdas a muchos internautas venezolanos.
El caso de Arca es icónico, porque es una de los artistas de vanguardia más importantes del mundo, y es venezolana. Todos los venezolanos deberían conocerla POR LO QUE ES, POR LO QUE HA HECHO y POR QUE NOS REPRESENTA, les guste o no su arte.
Es la verdad y es más que suficiente.
Y no es el primer caso en el que se exagera innecesariamente una excelente noticia sobre los venezolanos en la diáspora.
El chiste sobre la falsa «biólogo de la UCV» pudo haber ayudado a conseguirle a Arca un puñado de nuevos seguidores en Spotify. Pero muy probablemente, la mayoría de los que recibieron el meme nunca olvidarán la (falsa) historia de la dulce chica que se quemó las pestañas estudiando a los chigüires.