Estudiamos cómo algunas publicaciones de medios en Perú y Chile tienden a presentar negativamente a la diáspora venezolana, revelando tendencias de odio y discriminación. La comunidad venezolana en ambos países responde activamente para ofrecer una perspectiva más equilibrada y contrarrestar los prejuicios existentes.
El 29 de septiembre, Beto Hernández, emigrante venezolano en Chile y presentador de televisión, capturó la atención de sus seguidores de TikTok con un video de apenas 17 segundos.
Usando un sarcasmo familiar para los venezolanos, “denunció” la ausencia de queso llanero en una famosa cadena de supermercados chilena. Coronado con el texto “el queso blanco llanero debería estar disponible en todos los supermercados del mundo”, el video iba dirigido a su comunidad de seguidores y resaltaba un anhelo compartido por muchos de los más de 450.000 venezolanos en Chile: encontrar un sabor tan común y querido de su tierra en cada rincón de su país adoptivo.
El video pasó desapercibido por algunos días en su cuenta de TikTok, hasta que dos semanas después de haber sido colgado, fue reseñado por varios medios de comunicación, entre ellos Canal 13 –una de las televisoras de acceso público más conocidas en Chile–. El título de su reseña comenzaba con la frase que uno de los internautas chilenos dejó como respuesta al video: ««Obligado a viajar…”: Venezolano en Chile generó críticas tras queja en supermercado–».
“Directamente desde un supermercado, específicamente en el sector de los quesos, el joven llamado Beto Hernández publicó en su perfil de TikTok un video realizando una particular queja, haciendo alusión a un producto típico venezolano que no venden en nuestro país”, escribió Canal 13 en la publicación, que también fue compartida en su cuenta de Facebook.
Aunque Canal 13 no fue el único medio en presentar como noticia al brevísimo video de Hernández, la cobertura que hizo marcó un punto de inflexión en su viralidad. Hernández –que no solo es un experimentado creador de contenidos sino también presentador en un canal de televisión local– observó que las críticas se intensificaron notablemente tras la atención brindada por las publicaciones de Canal 13. La exposición mediática generó que decenas de ciudadanos chilenos se dirigieran al video publicado en su cuenta de TikTok para expresar su repudio.
“El video lo viralizaron en un momento de muchísima tensión social donde cualquier cosa que haga un venezolano de forma negativa es noticia y (los medios) le dan muchísima pantalla. Obviamente ruedan esta bola y muchísima gente xenofóbica empieza a unirse, descargarse o agarrar el post como un buzón de reclamos”
Beto Hernández, creador de contenidos en TikTok
Las reseñas de los medios sobre el video viral, aunque no incluían lenguaje explícitamente discriminatorio o con intención de odio en contra del tiktoker o de la diáspora venezolana, contribuyeron a aumentar su impacto de forma negativa. El video original en TikTok acumuló más de cuatro mil comentarios, en su mayoría despectivos o insultos; en decenas de ellos los usuarios pedían que se regresara a Venezuela. Los comentarios fueron tan agresivos que Hernández tuvo que desactivarlos temporalmente para evitar que, por políticas de TikTok, le suspendieran la cuenta.
Hernández asegura que hubo mala intención detrás de la cobertura de su video por parte del canal, considerando las características del titular y la forma en la que reseñó el video. “Tú como Canal 13 me estás diciendo ‘bueno, tienes que irte a tu país”, aseguró.
Pero si bien se trata de la cobertura de solamente un caso viral sobre la diáspora venezolana por parte de medios de comunicación, dista de ser el único incidente de este tipo promovido por medios de países como Chile y Perú. Tampoco es el más grave.
Midiendo toxicidad anti-diáspora con datos
La cobertura mediática sobre la diáspora venezolana en América Latina, frecuentemente centrada en la crisis migratoria y en la problemática de bandas criminales organizadas como el Tren de Aragua, tiende a proyectar una imagen negativa de los migrantes venezolanos.
Esta constante atención de los medios a los aspectos más problemáticos, incluyendo los desafíos culturales y las actividades de una minoría criminal dentro de la comunidad migrante, ha contribuido a fomentar una percepción de la diáspora muchas veces estereotipada y distorsionada.
En este contexto, Cazadores de Fake News investigó cómo se presenta y se percibe a esta comunidad en los medios de comunicación más influyentes de Perú y Chile, para comprender el impacto de estas narrativas en la opinión pública y en la escalada de sentimientos xenófobos en ambos países –una realidad palpable por la comunidad venezolana en varios países de América Latina–.
El análisis de contenidos evaluó el tratamiento del tema migratorio en los contenidos publicados en Facebook por 20 de los principales medios de comunicación de Perú y Chile, diez de cada país. A partir de una amplia base de datos, que comprende 10.000 publicaciones de cada medio (excepto 6.231 de Emol), se seleccionaron y analizaron 939 contenidos específicamente enfocados en la migración y la diáspora venezolana. De estos, 839 fueron publicados en 2023, el 85% del total analizado.
Los contenidos fueron analizados de acuerdo a una serie de categorías y criterios basados en una metodología para identificar discurso de odio y discriminación que ha sido usada por Hrant Dink Foundation, una organización que se dedica a la promoción de la paz, el diálogo intercultural, la reconciliación y los derechos humanos en Turquía desde 2007. [1] [2] [3] [4] [5]
Aunque algunos contenidos contienen expresiones, frases o títulos posiblemente insensibles o despectivos, estereotipados o abiertamente hostiles hacia la diáspora venezolana, exacerbando potencialmente odio y xenofobia, el 84,1% de ellos mostró un riesgo «muy bajo» o «bajo» de fomentar discriminación. Estos se sitúan en los dos niveles más bajos de la escala de cinco puntos usada en la investigación. Algunos medios influyentes como Wayka, Panamericana TV, La República en Perú, y Emol, Mega, El Ciudadano en Chile no publicaron contenidos con riesgo «moderado» o mayor, mostrando así un enfoque informativo más equilibrado y una línea editorial más consciente respecto a la migración y la diáspora.
Del total estudiado, 131 contenidos (14%) presentaron un riesgo «moderado», 17 (1,8%) un riesgo «alto», y solo uno (0,1%) fue considerado de riesgo «muy alto». Casi la totalidad de los casos de riesgo identificados, fueron contenidos con palabras, frases o expresiones que denotan generalizaciones, distorsiones, exageraciones o atribuciones negativas dirigidas a la diáspora venezolana o a la nacionalidad venezolana, basándose en un individuo o acontecimiento específico, en los tres niveles de riesgo indicados.
De igual forma, se identificaron los 100 contenidos con mayor cantidad de interacciones (incluyendo “me gusta” y otros botones de interacción con sentimientos de Facebook), publicaciones que en sumatoria acumularon más de 158.326 interacciones y 993.488 visualizaciones. El análisis determinó que al menos 40 contenidos contienen generalizaciones o atribuciones negativas basadas en la nacionalidad o identidad de los migrantes y, en particular, de ciudadanos venezolanos que forman parte de la diáspora.
De todas las publicaciones de Facebook evaluadas, la que contiene el artículo sobre Beto Hernández publicado por Canal 13 es la que acumuló mayor cantidad de interacciones en la selección realizada: 11.953 interacciones y más de 7.500 comentarios (la mayoría negativos).
¿Cuáles narrativas discriminatorias se refuerzan de forma constante?
En la cobertura mediática de la delincuencia, un aspecto destacado es la frecuente mención de la banda «Tren de Aragua» o de facciones asociadas, como «Los Gallegos». De los 939 contenidos identificados, 117 (12,5% del total) hacen referencia a esta banda. Se identificaron 33 contenidos sobre este tema publicados por medios chilenos, mientras que, de los publicados por medios peruanos, 84,36 fueron reseñados por un solo medio, TVPerú Noticias. El 30% de la cobertura es sobre el “Tren de Aragua”, considerando contenidos de ambos países. Lo anterior revela una decisión editorial que contrasta con la cobertura sobre el mismo tema en el resto de los medios estudiados.
La cobertura sobre el «Tren de Aragua» refleja una realidad que los medios de comunicación de Chile y Perú deben informar y que sus lectores tienen derecho a conocer. Sin embargo, la alta concentración de reportajes en algunos medios influyentes de ambos países puede incidir en cómo los lectores asocian la criminalidad con la nacionalidad venezolana. Estos lectores se encuentran expuestos constantemente a narrativas que, directa o indirectamente, responsabilizan a la migración venezolana por el aumento de la delincuencia en dichos países. Además, puede promoverse una generalización apresurada y errónea, sugiriendo que la mayoría de los venezolanos están vinculados con la delincuencia.
De los 86 contenidos (9,16% del total de 939) que mencionan explícitamente el gentilicio «venezolano», «venezolana» o «venezolanos», 77 fueron publicados por medios peruanos y 9 por medios chilenos; una notable diferencia entre ambos países.
En Perú, el Diario El Popular destaca por sus 36 menciones al gentilicio, a menudo reseñando videos virales que muestran interacciones de venezolanos con la cultura y gastronomía peruanas. La mayoría de estos contenidos son neutrales y algunos comparan aspectos culturales como comidas peruanas y venezolanas, o bailes típicos de ambos países. Algunos de estos artículos fueron clasificados como insensibles o despectivos (puntaje “intermedio”, 3 de 5 puntos) en la categoría “simbolización”, ya que involucran comparaciones culturales que pueden promover generalizaciones y reforzar estereotipos, aunque suelen ser de un tono menos ofensivo.
Algunos contenidos evaluados destacan enfrentamientos entre peruanos y venezolanos, lo que puede agravar la percepción de “enemistad» y fomentar un clima hostil entre ambas comunidades. Titulares como «¿Qué pasó en La Victoria? Caos, descontrol y ataque indiscriminado entre peruanos y venezolanos», o descripciones como «De acuerdo a la institución, dos sujetos ‘con acento extranjero’ lo abordaron y amenazaron con armas de fuego», enfatizan la nacionalidad de los involucrados y emplean un lenguaje que puede promover la división y el conflicto, incrementando el riesgo de incitar al odio y a la discriminación.
En total se identificaron 29 contenidos sobre experiencias de mujeres venezolanas en los países de estudio, 26 publicados por medios peruanos y 3 por chilenos. El Diario El Popular de Perú repite con la mayor cantidad de contenidos, (18 artículos), casi tres cuartas partes del total. Los temas abordados van desde experiencias personales de las venezolanas, adaptaciones culturales, experiencias laborales y reacciones a aspectos de la vida cotidiana, hasta el retorno a su país de origen.
Algunos de los contenidos detectados pueden recibir puntaje “intermedio” a “alto” (3 y 4 de 5 puntos, respectivamente), de acuerdo escala definida en la metodología.
Por ejemplo, un artículo de Las Últimas Noticias de Chile que se refiere a un comentario aislado en TikTok de una venezolana que bromeó con “quitarle el marido a las chilenas”, aunque es presentado en tono de humor, puede reforzar ideas negativas y alimentar prejuicios existentes sobre las mujeres venezolanas en Chile, lo que contribuye a una percepción discriminatoria basada en estereotipos de género y nacionalidad.
Al igual que el anterior, existen contenidos que refuerzan estereotipos negativos –entre los pocos detectados que se refieren a la mujer venezolana– que la involucra en hechos de delincuencia o cita experiencias puntuales en los que critican condiciones de laborales, aspectos culturales del país de acogida y otros aspectos negativos que no representan la gran diversidad de opiniones y de realidades laborales, académicas y migratorias de la mujer venezolana en ambos países.
Llama la atención que ciertos medios de comunicación en Chile y Perú reseñan constantemente contenidos virales de TikTok generados por migrantes venezolanos, un fenómeno que, aunque no es común para todos los medios estudiados, tampoco es aislado.
De los 939 contenidos analizados, 73 (7,7%) se refieren a videos de TikTok relacionados con venezolanos, con una mayor proporción generada por parte de los medios peruanos (64 veces) en comparación con los chilenos (9 veces). El Diario El Popular de Perú destaca por haber generado 45 contenidos basados en estos videos, representando el 61,6% del total identificado.
Si bien la mayoría de estos videos de TikTok presentan un riesgo «muy bajo» o «bajo» según la escala definida en la investigación, suelen ser casos únicos que no reflejan la amplia variedad de opiniones y particularidades de los migrantes venezolanos.
En la base de datos estudiada, muchos de los contenidos con mayor carga discriminatoria y de odio contra la diáspora venezolana provienen de videos de TikTok u opiniones en redes sociales generadas por los mismos usuarios venezolanos. Medios en ambos países usualmente amplifican casos virales negativos, polémicos o escandalosos de este tipo, citando a las mismas fuentes venezolanas, un patrón observado en la investigación.
Las reseñas realizadas por medios de comunicación a este tipo de contenidos generados por usuarios, aunque son presentadas aparentemente sin intención de daño en contra de la diáspora, suelen generar interacciones negativas, repudio y, a veces, mensajes de odio por parte de sus lectores. Y ocasionalmente, su cobertura promueve, innecesariamente, discriminación y xenofobia en contra de la diáspora, tal como ocurrió con el caso del video publicado por Beto Hernández en TikTok.
Organizaciones y periodistas venezolanos reaccionan
Cazadores de Fake News conversó con Héctor Villa, periodista venezolano y cofundador del medio de comunicación Cápsula Migrante en Perú, quien aseguró que la cobertura mediática de la migración venezolana ha tenido un impacto negativo que estigmatiza a los venezolanos, especialmente en relación con la delincuencia.
Villa explicó que, si bien algunos medios de comunicación han impulsado este tipo de narrativas desde antes de la pandemia por COVID-19, en años más recientes también se han hecho eco del discurso xenofóbico de algunos voceros del gobierno de Perú.
Por ejemplo, la actual presidenta de Perú, Diana Boluarte culpó a la migración del aumento de la delincuencia en el país. Luego, declaró la expulsión de extranjeros que cometen delitos en flagrancia.
“Un canal publicó algo como: ‘8 mil no sé cuántos chamos están metidos en delitos’; lo sacaron en toda su primera página. Querían causar esa sensación de que los chamos (venezolanos) querían desatar caos en todo el Perú, pero cuando ves el número en contexto es distinto”
Héctor Villa, fundador Cápsula Migrante (Perú)
El entrevistado hizo hincapié en la necesidad de contextualizar las estadísticas sobre la criminalidad entre los migrantes venezolanos.
Resaltó la importancia de analizar la proporción de migrantes involucrados en delitos comparándola con el total de 1,5 millones de migrantes en el país, y de los tres mil en cárceles, muchos aún sin sentencia firme, subrayando que los criminales representan solo una pequeña fracción de la comunidad migrante. “Hay un 70% que todavía no ha sido juzgado, pero esas son las cifras que suelen amplificar”, manifestó Villa.
En ese contexto nació Cápsula Migrante, para informar a la comunidad migrante y desmentir contenido falso, erróneo o engañoso que contribuya con la estigmatización de los venezolanos en el país. “Nos hemos dado la tarea de, desde nuestras redes, hablar acerca de los datos reales, darles el contexto”, señaló.
La periodista de investigación venezolana Ronna Rísquez, autora del libro «El Tren de Aragua: La banda que revolucionó el crimen organizado en América Latina», coincidió con el comentario de Villa sobre la influencia de autoridades locales en el discurso discriminatorio en contra de los migrantes. «No solamente es un problema de las redes sociales o de quizás los medios que difunden en las redes sociales, sino un problema que se generaliza porque lo hacen las autoridades», explicó.
Con respecto al efecto de la extensiva cobertura de la organización criminal Tren de Aragua y su efecto en la percepción de los migrantes venezolanos, aseguró que si bien existe el Tren de Aragua, y sus actividades delictivas son una realidad en varios países, no todos los delincuentes en estos países son venezolanos o miembros de esta banda. «Se está utilizando este boom del Tren de Aragua para estigmatizar a los migrantes venezolanos, generalizando injustamente», señaló.
Rísquez mencionó el caso de «Satanás», un criminal supuestamente vinculado al Tren de Aragua y detenido en Ecuador. Este caso se convirtió en un ejemplo de la confusión y la desinformación prevalente cuando los medios hacen cobertura de la agrupación criminal. «Desde 2013, ya ‘Satanás’ estaba fuera de Venezuela y fue parte de organizaciones criminales colombianas. No hay pruebas de que perteneciera al Tren de Aragua», al menos no el “Satanás” detenido en Ecuador, explicó Rísquez.
Toda esta confusión y combinación de eventos nunca es aclarada por las autoridades y, lamentablemente, tampoco por algunos periodistas o medios, generando un escándalo sobre algo que ni siquiera sabemos si es cierto. Esto ocurre con más frecuencia de lo que podemos demostrarlo y es un elemento grave al que hay que prestarle atención»
Ronna Rísquez, periodista venezolana
Jessica Herrera, fundadora del medio de comunicación Divergentes News, agrega que aunque la cobertura mediática sobre la migración por parte de algunos medios sigue siendo “amarillista”, el enfoque ha mejorado por la entrada de periodistas venezolanos a medios de comunicación peruanos, que de alguna manera han abierto un mejor espacio en la agenda informativa para la migración.
Herrera puntualiza que los crímenes cometidos contra mujeres migrantes no suelen ser reseñados por la prensa, y cuando lo son, lo hacen desde la revictimización al utilizar expresiones como “la pobrecita mujer, además venezolana, tiene a los hijitos…”, señaló.
La observación de Herrera concuerda con los hallazgos de un estudio realizado por Acnur y Amnistía Internacional sobre mujeres migrantes y refugiadas en Perú. El estudio reveló que la cobertura mediática y en redes sociales en dicho país sobre este colectivo está marcada por la discriminación, asociándolos principalmente con violencia y transgresión de normas sociales, además de resaltar la hipersexualización de las mujeres venezolanas por parte de algunos medios.
A pesar de la existencia de coberturas mediáticas que resaltan aspectos negativos asociados a la migración venezolana en Perú y Chile, existen publicaciones que se esfuerzan por mantener una narrativa equilibrada.
Una columna de opinión publicada por el equipo de redacción de Ojo.pe ilustra cómo los medios pueden contribuir a una comprensión más profunda y un respeto mutuo entre ciudadanos de diferentes nacionalidades. Refleja una tendencia en el periodismo hacia la presentación de una realidad multifacética, evitando estereotipos y promoviendo una narrativa más inclusiva y justa en el tratamiento de temas migratorios.
Notas metodológicas
- Los 939 contenidos fueron seleccionados de páginas oficiales influyentes –con entre 595.000 y 14 millones de seguidores– de medios tradicionales y digitales peruanos (América TV, Panamericana TV, La República, Diario El Comercio, Diario Ojo, Diario El Popular, Latina.pe, TVPerú Noticias, Trome, Wayka), y chilenos (Chilevisión, Canal 13, Emol, La Tercera, Mega, Radio Bio Bio, TVN, El Ciudadano, Las Últimas Noticias, 24horas.cl). Con los contenidos se conformó una base de datos consolidada de 196.231 publicaciones de Facebook, que fueron recopiladas mediante la herramienta CrowdTangle de Meta. ↩︎
- Se seleccionaron los contenidos que incluyen la palabra “migración”, “migrante”, “inmigrante”, “Venezuela”, “venezolano” en título, contenido o título del enlace. Los contenidos se verificaron manualmente, excluyendo aquellos relacionados con deportes, farándula o contenido noticioso sobre eventos ocurridos en Venezuela. ↩︎
- Cazadores de Fake News creó en ChatGPT4 un GPT personalizado, nutrido por una base de datos de conocimientos extraída de un informe de 2019 de la Hrant Dink Foundation, que categorizó artículos de medios de comunicación turcos en cuatro tipos de discurso de odio y discriminatorio. El GPT personalizado ayudó a evaluar los contenidos de la base de datos de medios de forma consistente, aunque cada puntaje fue revisado de forma manual, por lo que la asignación de puntajes a los contenidos fue realizada de forma híbrida. ↩︎
- Las categorías definidas fueron: “exageración, atribución y distorsión”, cuando incluye contenidos o expresiones que magnifican incidentes puntuales para estigmatizar a una comunidad entera; “insulto y difamación”, cuando hacen uso de lenguaje ofensivo y calumnias contra grupos específicos; “discurso de enemistad y guerra”, cuando incitan a la hostilidad y a menudo justifican la violencia, y la “simbolización”, cuando los contenidos emplean símbolos o metáforas denigrantes. ↩︎
- En la evaluación de las categorías de discurso de odio y discriminación, se emplea un sistema de puntuación del 1 al 5, reflejando la severidad y el carácter del contenido analizado. Un “Puntaje 1” –muy bajo– indica ausencia de discurso de odio, mientras que un “Puntaje 2” –bajo– señala una ambigüedad o prejuicios leves, sin una clara intención de incitar al odio. Al ascender a un “Puntaje 3” –moderado–, se observa un sesgo moderado, que puede resultar insensible o despectivo. El “Puntaje 4” –alto– se reserva para casos de prejuicios claros y negativos, que sugieren una incitación indirecta al odio. El nivel más alto, “Puntaje 5” –muy alto–, se asigna cuando el contenido promueve explícitamente el odio o la discriminación, incluyendo incitaciones directas a la violencia o el uso de lenguaje extremadamente ofensivo. ↩︎
Cazadores de Fake News investiga a detalle cada caso, mediante la búsqueda y el hallazgo de evidencias forenses digitales en fuentes abiertas. En algunos casos, se usan datos no disponibles en fuentes abiertas con el objetivo de reorientar las investigaciones o recolectar más evidencias.