Una investigación de NewsGuard reveló que medios venezolanos relacionados con el Estado son claves en la difusión de desinformación prorrusa, afectando la percepción pública y reforzando agendas políticas específicas
NewsGuard —una organización especializada en evaluar la credibilidad de fuentes de noticias y sitios web— divulgó los resultados de una investigación en la que monitoreó cerca de 30 dominios con sede en Venezuela entre febrero y agosto de 2022. Estos portales son conocidos por tener vínculos con el Estado venezolano, diseminar regularmente desinformación patrocinada por Rusia y por involucrarse en la manipulación de la información política interna.
El grupo de expertos de NewsGuard investigó la desinformación en español que se estaba extendiendo en América Latina y encontró que los sitios de noticias venezolanos, así como varios otros basados en países vecinos, frecuentemente retransmiten contenido de las sucursales españolas de medios estatales rusos, como RT Actualidad y Sputnik Mundo. La organización concluyó que los medios que difunden estas narrativas en Venezuela son propiedad del Estado venezolano o portales web independientes pero alineados con el gobierno.
Entre las narrativas falsas más destacadas figuran desde un supuesto plan de Estados Unidos para derrocar al presidente Nicolás Maduro con la cooperación de Colombia y Brasil, hasta un supuesto laboratorio de armas nucleares de Estados Unidos en Ucrania.
Un cáncer provocado
En agosto de 2022, durante una rueda de prensa, Igor Kirillov, jefe del departamento de defensa radiológica, química y biológica de las Fuerzas Armadas rusas, repitió un mito antiguo que afirmaba que Estados Unidos había creado un medicamento para inducir cáncer al exlíder venezolano Hugo Chávez.
Chávez fue diagnosticado con un cáncer no especificado en la zona pélvica a finales de junio de 2011. Se sometió rápidamente a una cirugía para extraer lo que él describió como un tumor del tamaño de una pelota de béisbol y continuó recibiendo tratamiento durante los siguientes dos años en Cuba para mantener su salud. Chávez alegó, sin proporcionar pruebas, que Estados Unidos estaba induciendo cáncer en líderes latinoamericanos mediante tecnología recién desarrollada.
Estados Unidos ha negado estas acusaciones en varias ocasiones. La idea de que se puede inducir cáncer en una persona específica a través de un medicamento es científicamente infundada. En primer lugar, no existe evidencia en la comunidad médica o científica que respalde la posibilidad de desarrollar un agente que cause cáncer dirigido a un individuo sin afectar a otros.
Por otro lado, estudios sobre cánceres transmisibles muestran que, aunque ciertos tipos de cáncer pueden transmitirse en poblaciones animales muy específicas y genéticamente similares, no hay casos conocidos de cáncer contagioso en humanos debido a la diversidad genética y la capacidad del sistema inmunológico para eliminar células cancerosas ajenas.
Supuesto plan para derrocar a Maduro en alianza con Colombia y Brasil
El 7 de agosto de 2022, se difundió un video en YouTube y Facebook que acumuló miles de vistas, donde se afirmaba que el Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, había anunciado un plan para derrocar al líder venezolano Nicolás Maduro, con el respaldo de Brasil y Colombia.
Sin embargo, no se presentó evidencia alguna que respaldara esta afirmación. NewsGuard revisó las declaraciones públicas de Blinken de ese período y no encontró mención alguna sobre tal plan o comentarios sobre Venezuela en ese tiempo. Además, el expresidente colombiano Iván Duque y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia han negado acusaciones similares anteriormente, atribuyendo la presencia de fuerzas estadounidenses en Colombia a cooperación en la lucha contra el narcotráfico.
A pesar de los rumores, NewsGuard no halló pruebas de que tropas estadounidenses estuvieran desplegadas en las fronteras de Colombia o Brasil con el propósito de intervenir en Venezuela.
Las fuerzas estadounidenses y colombianas realizan ejercicios militares conjuntos anualmente, como los llevados a cabo en julio de 2021 en la Base Aérea de Tolemaida en Colombia, que incluyen entrenamientos aerotransportados y procedimientos de evacuación. Estas operaciones, según comunicados militares y cobertura de noticias, se enfocan exclusivamente en combatir el narcotráfico y no tienen relación alguna con acciones militares contra Venezuela.
Reapertura de la embajada de Estados Unidos en Caracas
El 13 de agosto de 2022, el analista político venezolano Tomás Socías López comentó en Globovisión (canal con vínculos con el estado venezolano) que el presidente Joe Biden y Nicolás Maduro estaban mejorando su entendimiento y que podrían reanudar relaciones diplomáticas, incluyendo la posible reapertura de la Embajada de Estados Unidos en Caracas.
Sin embargo, la embajada permanece cerrada desde marzo de 2019 debido al deterioro de las relaciones diplomáticas entre ambos países, y hasta la fecha no hay planes confirmados para su reapertura.
El embajador de Estados Unidos en Venezuela, James Story, y el personal de la embajada estadounidense en Bogotá, que gestiona los asuntos relacionados con Venezuela, confirmaron que la embajada en Caracas sigue inoperativa y no existen acuerdos actuales que contemplen su reapertura.
John Bolton y el presunto intento de golpe de Estado en 2019
En julio de 2022, John Bolton, ex asesor de seguridad nacional de Donald Trump, reconoció el papel de EE. UU. en la organización de varios golpes de Estado a nivel mundial, aunque no detalló los lugares específicos.
Varios medios venezolanos interpretaron estas declaraciones como una confirmación de la implicación de Estados Unidos en el intento de derrocar a Nicolás Maduro en 2019 y establecer a Juan Guaidó, entonces reconocido por EE. UU. como presidente legítimo de Venezuela.
Durante sus apariciones en diferentes programas de noticias en julio de 2022, Bolton enfatizó que los esfuerzos para derrocar a Maduro fueron principalmente liderados por la oposición venezolana. En una entrevista con CNN, mencionó que Estados Unidos tuvo un papel menor en estos eventos, y en su libro “The Room Where It Happened,” Bolton señaló que no jugaron un rol en alentar o asistir a la oposición.
Además, desestimó la idea de que EE. UU. proveyera armas y financiación para el golpe, describiendo tales afirmaciones como exageraciones. En su libro, también detalló que EE. UU. consideró sanciones petroleras y designar a Venezuela como patrocinador estatal del terrorismo como medidas contra el régimen de Maduro, pero no mencionó un papel militar directo de EE. UU.
Presunto reclutamiento de mercenarios de ISIS para luchar por Ucrania
En mayo de 2022, el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) afirmó que Estados Unidos estaba reclutando miembros de organizaciones terroristas internacionales, incluido ISIS, para luchar en Ucrania.
Esta afirmación, que fue repetida por medios venezolanos pro-Kremlin y medios rusos de habla hispana, no fue acompañada de evidencias y fue negada por el Departamento de Defensa de EE. UU.
Estados Unidos declaró que el informe era falso. Martha Crenshaw, experta del Centro de Seguridad y Cooperación Internacional de Stanford, también confirmó que no había evidencias de que EE. UU. estuviera reclutando miembros de organizaciones terroristas para luchar en Ucrania.
De hecho, informes noticiosos y funcionarios de defensa estadounidenses han señalado que es el Kremlin, y no EE. UU, el que ha estado reclutando combatientes sirios y de otras nacionalidades para participar en el conflicto en Ucrania.
El nazismo en el ejército ucraniano
Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022, el presidente Vladimir Putin ha justificado la acción militar calificándola como una “operación militar especial” para “desnazificar” Ucrania.
Esta narrativa ha sido adoptada por varios medios venezolanos, reflejando las palabras de Putin, quien ha afirmado que ningún país civilizado apoya públicamente el nazismo como lo hace Ucrania. Sin embargo, la evidencia contradice esta afirmación. Según Freedom House en 2018, aunque existen grupos de extrema derecha en Ucrania, su influencia política es mínima y no representan una amenaza seria para la democracia del país.
En elecciones recientes, estos grupos han recibido un apoyo marginal, evidenciado por los bajos porcentajes de votos obtenidos por el partido nacionalista Svoboda. Además, comparaciones hechas por expertos sugieren que, proporcionalmente, Estados Unidos podría tener una mayor presencia de grupos extremistas que Ucrania. Historiadores como Jeffrey Veidlinger aclaran que, si bien hubo colaboracionismo ucraniano con los nazis en la Segunda Guerra Mundial, este hecho histórico no refleja la ideología política actual de Ucrania, y el uso del término “nazi” por parte de Putin es visto como una estrategia para deslegitimar el actual gobierno democrático de Ucrania más que un reflejo de la realidad política.
¿Un laboratorio de armas nucleares estadounidenses en Ucrania?
En junio de 2022, una hoja informativa del Departamento de Defensa de Estados Unidos provocó que varios medios venezolanos anunciaran erróneamente la existencia de laboratorios de armas biológicas operados por EE. UU. en Ucrania.
En realidad, la hoja informativa del Pentágono — que data del 9 de junio de 2022 — proporciona información sobre un programa muy conocido, el Programa de Reducción de Amenazas Biológicas, lanzado en 1991 y dedicado a proteger las armas biológicas soviéticas y las instalaciones en toda Europa del Este que las albergaban. Desde entonces, el proyecto ha evolucionado para centrarse en la vigilancia de enfermedades y la salud pública, similar a lo que hacen los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en Estados Unidos.
Naciones Unidas y el Servicio de Seguridad de Ucrania han desmentido las acusaciones de que Ucrania albergue laboratorios de armas biológicas. De hecho, las investigaciones han mostrado que estos laboratorios trabajan en enfermedades como la peste porcina y el ántrax en animales, con un enfoque en fortalecer la bioseguridad y la capacidad de respuesta ante brotes. Las declaraciones oficiales tanto de EE. UU. como de Ucrania enfatizan que la colaboración cumple con la legislación ucraniana y se financia con presupuesto estatal, desmintiendo las afirmaciones de que EE. UU. controla o financia directamente estos laboratorios.
Un plan para crear la COVID-19
El 4 de agosto de 2022, Igor Kirillov, jefe del departamento de defensa radiológica, química y biológica de las Fuerzas Armadas rusas, afirmó que la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que ofrece ayuda económica y humanitaria a países de todo el mundo, había creado artificialmente el COVID-19.
Sin embargo, Kirillov no presentó pruebas concretas para respaldar su afirmación, aunque mencionó el proyecto “Predict” de USAID, que involucraba la captura de murciélagos, conocidos portadores de virus, para estudiar nuevos tipos de coronavirus.
El proyecto Predict, iniciado en 2009 bajo el programa de Amenazas Pandémicas Emergentes de USAID, tenía como objetivo fortalecer la capacidad global para detectar y descubrir virus zoonóticos con potencial pandémico.
Durante su funcionamiento, hasta su cierre en octubre de 2019, los investigadores de Predict identificaron alrededor de 1,000 virus, incluyendo más de 3,500 coronavirus en murciélagos, aunque SARS-CoV-2, el virus que causa COVID-19, no fue uno de ellos. Este proyecto también estudió otros virus, incluidos los de las familias del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) y el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS), así como virus de la influenza y el ébola.
Un voluntario en Bucha, Ucrania, “confirmó” que se escenificó la masacre de civiles en esa ciudad
A finales de julio de 2022, Adrien Bocquet, un exmilitar francés, fue citado en los medios estatales rusos Sputnik y su contraparte en español, Sputnik Mundo, alegando que durante su estancia en Bucha en abril de 2022, presenció cómo las Fuerzas Armadas Ucranianas prepararon un simulacro que fingía una masacre de civiles, la cual posteriormente se atribuyó a las fuerzas rusas.
Bocquet viajó a Ucrania en abril de 2022 para colaborar con el Fondo Caritativo Sheptytsky, una organización ucraniana que provee cuidado médico a personas necesitadas. A pesar de las afirmaciones de Bocquet, reportes independientes y el tiempo de su visita plantean dudas sobre su relato.
Para cuando Bocquet supuestamente llegó a Bucha, ya se habían publicado fotos y reportes sobre la masacre varios días antes, justo después de que las tropas rusas abandonaran la ciudad.
Además, imágenes satelitales y reportajes de medios internacionales como Agence-France Presse y The Associated Press documentaron cuerpos en las calles de Bucha desde principios de marzo, cuando la ciudad aún estaba bajo control ruso, y testimonios de residentes y Human Rights Watch indicaron que las muertes de civiles fueron perpetradas por fuerzas rusas.
El supuesto plan ofensivo de Ucrania para “limpiar” a la población de habla rusa en Donbass
Una semana antes de la invasión rusa a Ucrania el 24 de febrero de 2022, Eduard Basurin, entonces portavoz de la República Popular de Donetsk respaldada por Rusia (DPR), afirmó que el grupo miliciano había obtenido una copia de un supuesto plan ofensivo del gobierno ucraniano. Según Basurin, este plan buscaba expulsar a la población de habla rusa de la región oriental ucraniana de Donetsk y recuperar el control sobre el territorio. Sin embargo, Basurin no presentó evidencia que respaldara su afirmación ni mostró copia alguna del plan mencionado.
El Ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, desmintió rápidamente estas alegaciones. El 18 de febrero de 2022, Kuleba afirmó en Twitter que Ucrania no llevaba a cabo ni planeaba tales operaciones en Donbás, comprometiéndose únicamente con la resolución diplomática del conflicto.
Además, no hubo informes de prensa sobre acciones militares ni movilización de tropas ucranianas en los días mencionados, y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa, presente en Ucrania desde 2014, no reportó movimientos militares ucranianos ni actividad inusual en esos días. Este tipo de afirmaciones por parte de Rusia ha sido interpretado por Estados Unidos y otros observadores como intentos de distorsionar la realidad y ocultar que Rusia es el agresor en este conflicto.
El trabajo de NewsGuard visibilizó un patrón preocupante en el que medios de comunicación venezolanos con vínculos con el Estado desempeñan un papel central en la difusión de desinformación alineada con intereses prorrusos. La investigación demostró que a lo largo de 2022, estos medios han retransmitido activamente narrativas y bulos que favorecen la postura de Rusia en el ámbito internacional, desde supuestos complots occidentales hasta teorías conspirativas sobre intervenciones en asuntos internos de otros países.
Esta práctica no solo socava la integridad informativa, sino que también moldea la percepción pública hacia una visión del mundo sesgada y a menudo falsa, reforzando la agenda política del gobierno venezolano al estar alineados con Rusia.
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