Una compleja red con más de 1.400 páginas, grupos y usuarios, desmantelada por Meta en 2021, operada por personal e instituciones de la dictadura Ortega-Murillo en forma coordinada para falsear opinión, distribuir propaganda y mensajes de odio, resucitó y continúa sus operaciones de influencia
Por: Redacción Confidencial (Nicaragua)
Horas después de que Meta (la empresa dueña de Facebook) eliminara de un golpe 896 cuentas personales, 132 páginas y 24 grupos de Facebook, así como 362 cuentas de Instagram que formaban parte de “granjas de troles” o redes de cuentas inauténticas y coordinadas que publicaban contenido a favor del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, en noviembre de 2021, empezó en Nicaragua lo que esta investigación periodística transfronteriza ha bautizado como la “operación Lázaro”.
Se reactivaron y volvieron a la vida; es decir, reabrieron con un nombre similar o idéntico algunas de las principales cuentas de propaganda que habían sido eliminadas de Facebook e Instagram. Estas eran cuentas, según determinó Meta, creadas dentro de instituciones oficiales y coordinadas para distribuir mensajes políticos favorables a la dictadura y hostiles hacia la oposición (y muchas veces falsos).
Meta publicó el comunicado sobre el desmantelamiento el 1 de noviembre de 2021, una semana antes de que Ortega y Murillo se reeligieran —por cuarta vez consecutiva él, y segunda ella— como presidente y vicepresidenta de Nicaragua. Esas votaciones fueron fraudulentas, pues, según observadores independientes, hubo hasta un 82% de abstención y el gobierno impidió la participación de la oposición encarcelando a sus dirigentes.
Como parte de Mercenarios Digitales, una investigación en alianza con 20 medios, cinco organizaciones especializadas en investigación digital y estudiantes de un curso de maestría de la Universidad de Columbia, coordinada por el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística, CLIP, CONFIDENCIAL revela que muchas de esas cuentas regresaron a la plataforma de Facebook con leves modificaciones de sus usuarios.
A dos años y ocho meses de la suspensión de esa red, considerada por Meta como una de las operaciones de trolls gubernamentales “que hemos desmantelado hasta la fecha con mayor cantidad de entidades estatales participando en esta actividad al mismo tiempo”, ésta continúa hoy con las actividades de influencia que ejecutaba desde 2018: amplificación de propaganda estatal, ataques a la oposición y un intento por dominar el discurso político en redes sociales.
Esta alianza de medios logró identificar varias de las cuentas que revivieron tras su suspensión a través de dos análisis: por una parte, el DFRLab, un aliado de Mercenarios Digitales, nos dio acceso a una base de datos de publicaciones eliminadas por Meta; por otra, CONFIDENCIAL siguió perfiles sandinistas que, en varias redes sociales e incluso en prensa oficialista, se quejaron por la suspensión de ciertas cuentas afines al gobierno. Con esta información armamos otra base de datos en la que conseguimos identificar cuentas con nombres idénticos o similares a los de las eliminadas y constatar que siguieron publicando propaganda.
A través de estas dos metodologías, esta alianza identificó más de 130 cuentas, que hemos llamado “Lázaro” por su súbita resurrección. Aunque muy probablemente haya más cuentas que revivieron con otros nombres.
Estrategia política: propaganda y odio
En la base de publicaciones eliminadas por Meta, el DFRLab buscó, usando un acceso especial a CrowdTangle (una herramienta de análisis y seguimiento de Facebook e Instagram), y encontró 269.505 publicaciones de las redes inauténticas nicaragüenses eliminadas. Estos comentarios o mensajes fueron producidos por 240 páginas, grupos o perfiles de Facebook o de Instagram del total de 1.414 que Meta dice haber eliminado (originalmente la empresa de redes sociales había reportado un número más alto de cuentas, pero el 5 de noviembre de 2021 actualizó los datos).
Después hicimos búsquedas en redes sociales de los nombres de esas 240 cuentas y encontramos que el 35% (es decir, 84) habían revivido y seguían publicando desinformación favorable al régimen. De las resurrectas, las cinco con mayor cantidad de posteos en la base de datos son Vamos Comunicando, con 25.813 publicaciones, Barricada con 25.211, la Red de Jóvenes Comunicadores, Redvolución con 10.005, y Tropa Digital “Tomás Borge” con 6.505. Todas estas páginas volvieron a la plataforma y ya acumulan más de 58.000 seguidores a mediados de 2023.
Los posteos incluidos en la base de datos (tanto de las cuentas que revivieron, como de las que no) muestran patrones en el lenguaje que fue usado, el discurso político, el uso de hashtags y la selección de fotografías consistente con la operación coordinada descrita en el informe de Meta publicado en noviembre de 2021.
En las publicaciones de la base de datos se usaron 95.831 hashtags. Los más destacados son #Nicaragua, #Nicaragua40Revolución, #VivirBonito, #ElAtabal, #MolotovDigital, #NicaraguaQuierePaz, #TODOSCONDANIEL, #UnidosEnVictorias, entre otros.
Los mensajes publicados van desde notas de prensa de medios oficialistas, pasando por aplausos a las obras que son inauguradas en Nicaragua, o mensajes contra la oposición y llegan hasta a ataques a la Iglesia católica.
Algunos ejemplos de estos mensajes son: “La iglesia es del pueblo y no debería ser usada para organizar actos terroristas”, “El militante sandinista, Pablo Ramos tenía 21 años, cuando grupos de delincuentes que mantenían el terror en Jinotega, lo asesinaron”, “La Procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos, Corina Centeno, informó las acciones desarrolladas para el cumplimiento del Plan de Trabajo de la Ley de Atención Integral a Víctimas (sandinistas de abril)”. Este último es uno de los posts donde se les da visibilidad a los heridos de las protestas que son afines al gobierno, pero se ignora a quienes fueron víctimas de la represión estatal.
Las publicaciones en estas redes difundieron desinformación desde el 9 de junio de 2010 hasta el 31 de octubre de 2021. Sin embargo, nuestro análisis reveló que el 57% de éstas se realizaron entre enero de 2018 y octubre de 2021. A partir de agosto de 2018, cuatro meses después del inicio de las protestas cívicas que fueron brutalmente reprimidas por la dictadura Ortega-Murillo, hubo un primer aumento en la frecuencia de las publicaciones. Además, desde junio de 2021, cinco meses previos a las elecciones de ese año, aumentaron a mayor ritmo las publicaciones.
Las publicaciones de las granjas de trolls son de este estilo: “En 14 años de Gobierno Sandinista #SeguimosCambiandoNicaragua Y dónde #TodosLosTriunfosSonDelPueblo Nicaragüense. #SiempreMasAlla”.
Ese fue un período de represión, encarcelamientos a las principales figuras de oposición, entre ellos los siete aspirantes a la presidencia que fueron detenidos por “traición” y cuyas publicaciones en redes sociales, meses después, durante sus juicios, fueron usadas por el régimen como supuestas “pruebas” en procesos judiciales.
De acuerdo con el informe de Meta, esta red de influencia era operada por empleados del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (TELCOR), que trabajaban desde la sede de esta institución, pero también había otros grupos más pequeños de cuentas inauténticas manejados desde otras instituciones gubernamentales, entre ellas, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).
“Esta campaña fue multiplataforma y de varias entidades del gobierno. Utilizó una compleja red de marcas de medios de comunicación en Facebook, Tiktok, Instagram, Twitter, YouTube, Blogspot y Telegram, así como sitios web vinculados a estas entidades de noticias”, detalló el informe.
CONFIDENCIAL envió un cuestionario a Meta sobre el desmantelamiento de estas cuentas y la reactivación de las mismas. Se les consultó sobre ¿Qué parámetros utiliza Meta para garantizar que estas cuentas eliminadas no vuelvan a la plataforma? Y si ¿conoce Meta si en Nicaragua ha resurgido o se ha creado una nueva red de operadores de influencia a favor del Gobierno de Daniel Ortega?
En su respuesta, aseguraron que son conscientes de que “este tipo de redes siempre intenta regresar y evadir la detección en diversos servicios de Internet. Por esto, contamos con sistemas automáticos y manuales para detectar y eliminar estas redes de forma continua”.
En el cuestionario, CONFIDENCIAL también le preguntó a Meta si esta red le había comprado espacio publicitario. Meta respondió que pagaron 12.000 dólares en publicidad en Facebook e Instagram para promocionar los contenidos de la red. Sin embargo, el equipo de Meta no respondió quiénes hicieron estos pagos. Tampoco respondieron sobre qué información actualizada tienen sobre las cuentas eliminadas o sobre si estas han vuelto o si se han creado una nueva red de operaciones.
Cuentas Lázaro más allá del informe de Meta
“No soy un bot, no soy un troll y he sido censurada de mis redes sociales. ¿Acaso Facebook no nos permite ser sandinistas?”, reclamó Ligia Sevilla, una usuaria que cayó en el desmantelamiento de Meta, a través de un video divulgado en medios de propaganda.
Con el rastreo en Facebook, Instagram, Twitter y medios oficialistas, de publicaciones similares a ésta en las que supuestas personas o grupos se quejan de la eliminación de su perfil, CONFIDENCIAL, como se dijo antes, armó una segunda base de datos.
En el caso de Meta, esto fue necesario pues la herramienta CrowdTangle no le dio al DFRLab acceso a todas las cuentas suspendidas. Y en el caso de Twitter fue necesario porque, si bien la compañía hizo una operación de eliminación de cuentas en octubre de 2021 (y ha hecho otras suspensiones en Nicaragua previamente), no publicó informes al respecto. Sólo se conoció de la eliminación de cuentas de Twitter cuando sus usuarios comenzaron a denunciar estas suspensiones como censura.
Tras identificar 51 cuentas de Twitter, 30 cuentas, páginas y grupos de Facebook y cuatro perfiles de Instagram que habían sido eliminados, CONFIDENCIAL encontró que 52 de estos habían regresado a las plataformas en menos de un año. Es decir, de 85 bajadas por las plataformas por desinformar, el 61% resucitaron. Estas cuentas (que suman más de 418.000 seguidores) usan los mismos nombres, pero con leves modificaciones y ya han recuperado casi todos los seguidores que tenían antes.
Los perfiles y grupos resurrectos son fáciles de identificar: utilizan como foto o portada imágenes de la Revolución Sandinista o de Ortega y Murillo. Algunas se identifican en su descripción con los hashtags #DeZurdaTeam (una red de tuiteros que opera entre Cuba y Venezuela), #TropaSandinista, o #Plomo. Estas tienen un ritmo de publicación alto y casi todo el contenido que comparten es amplificación de propaganda. De esta lista hacen parte también cuentas personales de influenciadores y de periodistas oficialistas.
Asimismo, esta alianza estableció las fechas de creación, cantidad de seguidores, influencia en redes sociales y cómo cooperan con redes de otros países: Cuba, Venezuela y Rusia. Con esta última nación se han firmado acuerdos de comunicación con la dictadura Ortega-Murillo. Estos acuerdos se conocen a través de notas de prensa de la propaganda y, en general, son para establecer alianzas entre los medios rusos (Sputnik y RT) y los propagandistas de Nicaragua para compartir contenido.
Algunas de las cuentas tenían perfiles que fueron suspendidos en más de una red social. Es el caso de Barricada y Redvolución, que fueron eliminadas de Facebook, Instagram y Twitter, y de la Red de Jóvenes Comunicadores y La MoraLimpia Sandinista, borradas tanto de Facebook como de Instagram.
Las páginas y grupos de Facebook de esta muestra que revivieron y tienen el mayor número de seguidores son: Plomo 1979 con 42.000, Barricada con 25.000, Daniel Mi presidente con 23.886 y la Red de Jóvenes Comunicadores con 22.000. Esta última, además, creó varias cuentas por departamentos.
En Twitter, las cuentas más populares que revivieron pertenecen a “influencers sandinistas”. La cuenta @taniasandinista (que ya había sido suspendida temporalmente en noviembre de 2018), por ejemplo, fue suspendida definitivamente en octubre de 2021. Sin embargo, revivió como @nicasoberana en noviembre del mismo año y ya cuenta con más de 23.000 seguidores. Otra de sus cuentas, @TaniSandinista3, también fue suspendida.
Otro influencer, que se identifica como El Cuervo Sandinista, también tuvo dos cuentas suspendidas: @ElCuervoNica (que fue suspendida en 2018) y @ElCuervoNinja (suspendida en octubre de 2021). Desde marzo de 2018, este influencer tiene la cuenta @ElCuerv0Nica (con un cero en vez de una o), donde acumula más de 18.000 seguidores.
Otras cuentas de Twitter que hacen parte de esta red de propaganda han sido suspendidas temporalmente, pero han vuelto a funcionar en la misma cuenta (es decir, sin tener que abrir otra). Es el caso de @FlorYCantoX, que fue suspendida junto a @taniasandinista y @ElCuervoNica en 2018, pero que ahora sigue funcionando y cuenta con 35.000 seguidores. O el de @MaryuriRG, que fue suspendida brevemente en febrero de 2021 y ahora cuenta con más de 15.000 seguidores.
La cuenta @nicasoberana alcanzó a tener un sello azul de Twitter en marzo de 2023. La cuenta @FlorYCantoX aún tiene este sello. Anteriormente ese sello implicaba una verificación de la identidad de la persona o el grupo detrás de una cuenta de Twitter. Pero desde ese mes, Twitter cambió sus políticas y le entrega ese sello a cualquiera que pague ocho dólares al mes. Esto ha causado confusión entre varios usuarios de la plataforma (que en julio también cambió su nombre de Twitter a X), causando problemas a periodistas y medios que pueden verse suplantados.
Propaganda interconectada
Varias de las páginas de Facebook que encontramos con el aliado DFRLab se coordinaron entre sí, antes de la suspensión, para publicar y compartir los mismos contenidos. Encontramos que, entre agosto de 2019 y octubre de 2021, hubo 297 crossposts, o publicaciones cruzadas en diferentes páginas. Al menos 17 de las 24 páginas que Meta suspendió en su operativo de 2021 hicieron por lo menos un crosspost.
Según análisis de la evidencia encontrada por esta alianza, que dos páginas tengan un crosspost en común es evidencia de que sus administradores actuaron de forma coordinada. Pero que tres páginas lo tengan no necesariamente implica que haya una coordinación entre las tres: una misma página podría estar coordinada con las otras dos, pero las otras dos podrían no estarlo.
Muchas de las páginas estaban conectadas con otras, lo que refuerza la hipótesis de que se trataba de una misma operación coordinada.
Los nodos principales de páginas que más se coordinaron fueron El Atabal, Redvolución y Unidos Si Podemos. También hubo vínculos entre las páginas de Barricada, la Red de Jóvenes Comunicadores, Panorama Electoral 2021, La MoraLimpia Sandinista, Tania Sandinista y Osman Reyes, administrador de redes sociales del Ministerio de Educación (Mined).
La red de propaganda se expande
Además de las cuentas que revivieron tras su suspensión, la red de propaganda del gobierno nicaragüense ha seguido operando con muchas otras cuentas. Solo en Facebook, haciendo una revisión rápida de grupos y páginas que tienen en sus nombres la palabra “sandinista”, este equipo periodístico contabilizó un centenar que comparte contenido de propaganda y desinformación. Estas acumulan unos 669.883 seguidores.
Las cinco más influyentes son: Soy Sandinista con 157.000 seguidores, El Lobo Sandinista con 130.000, El Gato Sandinista con 45.000, Somos Sandinistas con 22.000 y La Gaceta Sandinista con 21.000. Estas páginas tienen los mismos patrones que se identificaron en las cuentas “Lázaro” de la granja de troles.
Las cuentas de Twitter sandinistas que revivieron y otras, que son parte de las operaciones de influencia, pero no han sido eliminadas, se distinguen por su comportamiento casi automático. Utilizan las mismas fotos, los mismos afiches de propaganda e infografías. Asimismo, reciclan los hashtags y etiquetan en cada publicación a tres o cinco cuentas sandinistas.
¿Por qué importan las operaciones de influencia?
El régimen Ortega-Murillo usó las operaciones de influencia dirigidas como parte de la estrategia política para reducir los espacios de opinión y de libertades. Asimismo, para enfrentar lo que Ortega mismo clasificó como una guerra en redes sociales.
“Aquí ha habido una preparación, ha habido financiamiento para esa preparación (para las protestas), ¿para qué? Para trasladar la experiencia de otros países donde se han producido este tipo de golpe y trasladarlas a Nicaragua”, dijo Ortega en julio de 2018.
La versión del mandatario es que en Nicaragua no hubo un levantamiento cívico contra su gestión, sino que fue un “intento de golpe de Estado” financiado por Estados Unidos. “Aquí han venido venezolanos, de los que han participado en las ‘guarimbas’, de los que son expertos en el manejo de las redes sociales, a trasladar esa experiencia aquí y han viajado también jóvenes financiados por Agencias de los Estados Unidos para asimilar una mayor experiencia”, justificó Ortega en una entrevista concedida a Telesur.
Las redes sociales fueron un instrumento crucial durante las protestas detonadas en abril de 2018 para documentar los hechos de violencia y represión cometidos por la Policía Nacional, principal brazo represor de la dictadura, y los grupos paramilitares. Este contenido difundido a través de transmisiones en vivo, fotografías y videos posteriormente sirvió como prueba para que organismos internacionales de Derechos Humanos señalasen a la dictadura de cometer crímenes de lesa humanidad.
Asimismo, fue a través de las redes sociales que la población se “autoconvocó” para marchar, organizar protestas exprés y expresar su descontento ante los hechos cometidos por el régimen Ortega-Murillo.
Desde entonces, se han aprobado leyes como la Ley Especial de Ciberdelitos, conocida como “Ley Mordaza”, que criminaliza publicaciones en las redes sociales, al clasificarlas arbitrariamente como propagación de “noticias falsas o tergiversadas” que producen alarma, temor, zozobra en la población. Casi un centenar de opositores nicaragüenses ya han sido enjuiciados por el contenido que comparten en estas plataformas.
De esta investigación surge una gran ironía luego de los reclamos de Ortega de conspiraciones digitales en su contra: que es el mismo gobierno el que mantiene viva una red de desinformación y propaganda, aún después de que las plataformas las han identificado como inauténticas y coordinadas desde instituciones oficiales.
Descargue aquí un Glosario que precisa los significados de palabras o frases referentes a los fenómenos digitales usados en esta investigación.
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Mercenarios digitales es una investigación de Chequeado (Argentina), UOL y Agência Pública
(Brasil), LaBot (Chile), Colombiacheck y Cuestión Pública (Colombia), CRHoy,
Interferencia y Lado B (Costa Rica), GK (Ecuador), Factchequeado (EEUU) Ocote
(Guatemala), Contracorriente (Honduras), Animal Político
y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (México), Confidencial y República 18
(Nicaragua), Ojo Público (Perú), El Surti (Paraguay), La Diaria (Uruguay) y tres
periodistas investigativas (Bolivia y España/Colombia); las organizaciones de
investigación digital Cazadores de Fake News (Venezuela), Fundación Karisma
(Colombia), Interpreta Lab (Chile), Lab Ciudadano (Honduras) y DRFLab (EEUU);
y estudiantes del curso de maestría Using Data to Investigate Across Borders de la profesora Giannina Segnini (Universidad de Columbia EEUU), con la coordinación del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística, CLIP. Revisión y asesoría legal: El Veinte.
Con apoyo financiero de Free Press Unlimited, el programa Redes contra el silencio (ASDI), Seattle International Foundation y Rockefeller Brothers Foundation.
Cazadores de Fake News investiga a detalle cada caso, mediante la búsqueda y el hallazgo de evidencias forenses digitales en fuentes abiertas. En algunos casos, se usan datos no disponibles en fuentes abiertas con el objetivo de reorientar las investigaciones o recolectar más evidencias.