FactBar EDU (Finlandia) realizó un listado de consejos básicos de verificación orientados a los estudiantes que han debido continuar sus actividades escolares desde casa, durante la cuarentena.
Los estudiantes que se han visto obligados a quedarse en casa y a buscar información han enfrentado un nuevos desafíos en días recientes. ¿Cómo encontrar información confiable en Internet sin la ayuda y el apoyo de sus maestros? La web está llena de todo tipo de material sobre cada tema imaginable. La dificultad es encontrar, seleccionar, usar y compartir la información más confiable. Hay que saber distinguir los granos de la paja, una verdadera fábula.
FactBar EDU ha modificado sus métodos de verificación para que los escolares utilicen listas de verificación de información para la recuperación y evaluación de información. Es crucial evaluar críticamente las fuentes de información.
Es necesario realizar las siguientes preguntas, para evaluar crítica y conscientemente las fuentes que se necesite consultar:
- ¿Cuándo se ha publicado la información? ¿Todavía está actualizada?
- ¿Qué punto de vista representa la fuente (es un periodista, investigador, legislador, alguna autoridad pública, financista, cabildero o alguien con determinada inclinación política) ?
- ¿Cómo hallaste la fuente seleccionada? ¿Usaste varios motores de búsqueda y comparaste los resultados entre sí para evitar sesgos?
- ¿Cuál es el propósito por el cual la información fue originalmente creada?
- ¿El medio consultado es la fuente de la información o esta ha sido re-publicada por otro medio?
- Si se trata de estadísticas, ¿quién las ha hecho?
- Comprueba que la fuente mencione sus propias fuentes. También se debe verificar su validez.
- Verifica que los enlaces funcionen. Si el sitio web parece sospechoso, puede verificarse el propietario del nombre de dominio desde, por ejemplo, el servicio de WHOIS (https://www.whois.com/)
Considera que a través de las redes sociales, además de difundirse información correcta, también se difunde mucha información confusa e, incluso, es transmitida información falsa de forma deliberada. De hecho, el término en inglés “fake news” se usa ampliamente para hablar de noticias falsas o verdad alternativa. Lamentablemente, no es un término muy preciso para clasificar los desórdenes de información que vemos a diario en redes en forma de información falsa y engañosa.
Por lo tanto, para identificar los distintos desórdenes de información, se recomienda utilizar tres categorías que provienen de la literatura de verificación en inglés:
- Información errónea (“mis-information“): información errada, defectuosa, incompleta o “errores”
- Desinformación (“disinformation“): información engañosa, montajes o bulos
- Mal-información (“mal-information“): información perjudicial o “chismes”
Información errónea (“mis-information“): se refiere a una comunicación incorrecta de forma no intencional. El autor a veces no sabe que lo que menciona está errado. La tergiversación es puramente por error o negligencia, sin intencionalidad ni una disposición a hacer daño a alguien. A vecesm son memes o chistes que han sido malinterpretados y han pasado como información real.
La información que se difunde en esta categoría a menudo está basada en conceptos erróneos y las personas que las difunden generalmente intentan corregir sus declaraciones al descubrir que son falsas. Por ejemplo, los periódicos y las revistas suelen corregir o actualizar sus artículos si detectan alguna información errónea.
Desinformación (“disinformation“): es información engañosa creada intencionalmente con el objetivo de causar daño a una persona, comunidad, grupo de personas o a un gobierno. Es creada con plena conciencia de su inexactitud. Por ejemplo, la producción y distribución de “fake news“, puede ser fácilmente clasificada como desinformación. A menudo, el propósito de la desinformación es alimentar la incertidumbre y generar desconfianza en fuentes oficiales o en noticias realmente confiables.
Hay muchos motivos por los cuales se transmite la desinformación. Las noticias con títulos engañosos o amarillistas (“clickbaits”), están orientadas a captar las visitas de lectores curiosos, generando ingresos generados por publicidad para el dueño del sitio web.
Adicionalmente, la propaganda o la desinformación con motivación política, busca darle forma a la opinión política a través de la información, a veces sin reparar en los medios.
Mal-información (“mal-information“): se habla de mal-información cuando se usa intencionalmente información veraz para generar daño a un individuo, comunidad o estado, en contra del uso ético de la información. Esta es a menudo información verídica, pero que se comparte ilegalmente (filtraciones), maliciosamente o intencionalmente para causar daño a algo o alguien.
El daño es causado, por ejemplo, al manipular y falsificar el contexto o los marcos de interpretación presentados. El objetivo es, por lo tanto, hacer que los hechos se vean tan mal como sea posible, por ejemplo, distorsionando los puntos de referencia o los criterios de evaluación.
Un ejemplo de mal-información fácil de entender para los estudiantes, es el uso de información distorsionada y dañina por medio de los chismes y del acoso escolar. La mal-información también está estrechamente relacionada con el discurso de odio.
¿Cuándo hay que sospechar que hay desinformación?
Ten cuidado cuando:
- El mensaje se repite muy a menudo. Hay imágenes impactantes o escandalosas en el mismo.
- El mensaje tiene como objetivo provocar una fuerte respuesta emocional
- El mensaje difundido está fuertemente vinculado con una narrativa concreta. Podría haber intención de manipulación
- Las fuentes del mensaje son extrañas o extraordinarias (por ejemplo, los metadatos de la página conducen a un país diferente al que sugiere el contenido del mensaje)
- Al usar buscadores, se encuentra el mismo mensaje o alguno similar, pero con fecha mucho más antigua.
- Las imágenes incluidas en el mensaje se pueden encontrar en sitios web diferentes, realizando búsqueda inversa de imágenes
- La persona que distribuye el mensaje, difunde o ha difundido otros contenidos sospechosos
Las redes sociales nos invitan constantemente a tomar decisiones: ¿debería hacer click, dar me gusta, compartir o comentar? En un mundo digital, el pensamiento crítico requiere reflexión, capacidad para resistir tus impulsos, así como resistencia a creer en información falsa y engañosa.
No siempre es fácil saber qué es verdad y qué no. Considera al menos las siguientes preguntas:
- ¿Quién está detrás de esto? ¿Quiénes lo crearon?
- ¿Se puede encontrar el nombre o el sitio web fuente?
- ¿A quién está dirigida esta información?
- ¿Dónde está disponible la información y por qué diste con ella?
- ¿Cuál es el verdadero mensaje detrás de la información?
- ¿Es un anuncio o una noticia? ¿Ha sido patrocinado por alguien? ¿Por qué se hace? o ¿Su propósito es influenciarte de alguna manera?
- ¿En qué conocimiento se basa?
- ¿Hay enlaces a las fuentes? ¿Dónde se origina el conocimiento?
- ¿Estas viendo fotos auténticas?
- ¿La imagen está relacionada con el texto?
- ¿Las imágenes están intactas y sin manipular?
Artículo publicado originalmente por Factbar EDU. Texto original por Kari Jivinen y Elsa Kivinen, imágenes y adaptación por Cazadores de Fake News.