En agosto de 2021, Cazadores de Fake News cumple dos años estudiando la desinformación en Venezuela. Resumimos algunos de los casos más importantes para la comunidad.
La comunidad Cazadores de Fake News nació a mediados de 2019, cuando un puñado de ciudadanos venezolanos pertenecientes a varios grupos de difusión de noticias en WhatsApp, se organizaron para intentar comprender el confuso panorama informativo del país y separar el grano de la paja —las noticias verdaderas de las que no lo eran—, en el contexto de la incertidumbre política y el vacío informativo de la época.
Desde entonces, la comunidad ha buscado convertirse no solo en una propuesta de la sociedad civil venezolana contra los «fake news«, sino en un ejemplo de cómo los ciudadanos pueden organizarse en espacios virtuales y colaborar para luchar contra enemigo comunes como la desinformación, la propaganda y la manipulación de las redes sociales.
La comunidad celebra su segundo universario monitoreando e investigando nuevos casos que son reportados en redes sociales y en sus grupos de discusión en Telegram: el Foro Cazadores y el Café Cazadores. Cada integrante de la comunidad es un nudo de lo que llamamos la Red Cazadores: una red anti-desinformación integrada por ciudadanos en la que nos mantenemos atentos, de forma permanente, ante cualquier nuevo bulo que circule en redes sociales o mensajería instantánea.
Surfeando olas de información errónea
Durante el pasado año, nuestra comunidad se coordinó de forma especial en varias ocasiones, durante varias olas de rumores e información errónea que surgieron en Venezuela.
A principios de año detectamos gran cantidad de información errónea relacionada con una supuesta ola de secuestros de niños —fenómeno que también observamos los meses de enero y febrero de 2020—. Durante el mes de junio investigamos y desmentimos información errónea relacionada con el Bicentenario de la Batalla de Carabobo, donde prejuicios sociales, religiosos y desinformación política convergieron para conformar una inmensa ola de bulos y rumores.
Pero la ola de información errónea más grande con la que nos enfrentamos durante los últimos doce meses, fue la relacionada con la pandemia del COVID-19, sus tratamientos y vacunas. Detectamos y desmentimos, con ayuda de aliados nacionales, internacionales y trabajadores de la salud que forman parte de la Red Cazadores, rumores, información errónea y desinformación fabricada para ocasionar daño a distintos organismos de salud, al proceso de vacunación y a medidas preventivas de contagio, como el uso de mascarillas o el distanciamiento social.
La comunidad se mantuvo activa investigando y denunciando algunas de las redes de estafas que operan en redes sociales, principalmente en Twitter e Instagram. Analizamos cómo estas redes han robado a gran cantidad de venezolanos que buscan en internet medicinas de alto costo e insumos, como el oxígeno para pacientes con COVID-19:
Desde la comunidad se organizó a un equipo de voluntarios que continuamente monitorea redes de estafas en Twitter, advirtiendo a posibles víctimas sobre las actividades de estos grupos criminales.
Datos vs. cuentas tóxicas en redes sociales
Mediante el uso de herramientas abiertas, búsquedas avanzadas en internet y análisis de datos, develamos detalles sobre la creación y difusión de desinformación y propaganda, en varias redes sociales, generada para influenciar y manipular a los venezolanos. Logramos identificar más de cinco diferentes redes de cuentas que generan y amplifican desinformación, propaganda o que impulsan campañas de hostigamiento digital contra políticos, periodistas, prensa y organizaciones no gubernamentales:
En febrero de 2021, explicamos el funcionamiento de la red de propaganda del régimen venezolano en Twitter, los «Tuiteros de la Patria«. Esta red amplifica mediante retweets masivos y spam, las etiquetas de propaganda propuestas diariamente por la cuenta en Twitter del Ministerio para el Poder Popular para la Comunicación e Información (MIPPCI). Quienes amplifican de forma artificial la importancia de estas etiquetas no son cuentas bots, sino cuentas cyborgs: personas que generan manualmente gran cantidad de tweets con etiquetas de propaganda y que, al menos hasta mayo de 2021, cobraban «bonos» a través del Sistema Patria por involucrarse en esta operación de amplificación coordinada. Desde entonces, Twitter ha limitado radicalmente la cantidad de tweets diarios generados por los «Tuiteros de la Patria«, aunque su actividad sigue presente en la red social.
También analizamos múltiples fases de la campaña de defensa de Alex Saab, empresario colombiano detenido en Cabo Verde, que se ha desarrollado en Twitter, Facebook e Instagram. Identificamos una inmensa diversidad de cuentas anómalas, involucradas en estas campañas, algunas con comportamiento similar a bot y muchas de las cuales fueron creadas desde junio de 2019 para impulsar matrices de opinión favorables a Saab. Hasta el momento, hemos logrado diferenciar cuatro campañas diferentes impulsadas en Venezuela, Cabo Verde, Nigeria y Ghana y más de 1000 cuentas similares a bots recién creadas o compradas, vinculadas con la operación de influencia.
Entre estas redes que impulsan tendencias favorables a Alex Saab, figura una comunidad de usuarios venezolanos que han generado campañas coordinadas de acoso selectivo en contra de periodistas como Roberto Deniz, del portal venezolano Armando.Info y Alek Boyd, del portal Infodio.com. Pero ésta no fue la única vez que detectamos comunidades de cuentas realizando campañas coordinadas de hostigamiento digital en Twitter en contra de periodistas venezolanos.
En abril de 2021 publicamos un hilo sobre una red de 29 cuentas trolls recién creadas, que acosó a la periodista Sebastiana Barráez por su cobertura del conflicto de las FARC en Táchira. También publicamos una investigación sobre otra red de 85 cuentas trolls vinculadas con las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), cuyos integrantes publicaron de forma coordinada, mensajes de rechazo al portal de noticias El Pitazo y a la ONG defensora de derechos humanos, PROVEA y mensajes de apoyo no auténticos a las FAES:
Luego de la publicación de esa investigación, Twitter dio de baja a todas las cuentas que formaban parte de la red troll que defendían a las FAES.
La desinformación como escudo y como arma política
Durante todo este tiempo, la comunidad ha podido constatar, de primera mano, cómo la «lucha contra la desinformación» ha sido usada como un argumento para desinformar, aunque parezca contradictorio. Lo vimos cuando Jorge Rodríguez acusó a Juan Guaidó de haber creado cuentas bots en Twitter «para generar zozobra» en la población, pero mencionando un pequeño grupo de 13 cuentas, la mayoría operadas por usuarios mexicanos, que repitieron el texto de un tweet y omitiendo el hecho de que la propia cuenta de Rodríguez funcionaba técnicamente como una cuenta similar a bot, ya que retuiteaba automáticamente los tuits publicados por la cuenta de Nicolás Maduro.
En otras latitudes, pudimos constatar cómo se intentó desmeritar la etiqueta de protesta digital #SOSCuba, acusando a los Estados Unidos de haberla impulsado «mediante cientos de cuentas bots«, una falsa afirmación que desmontamos realizando un estudio a más de un millón de tweets descargados entre el 10 y el 12 de julio de 2021. En la investigación publicada demostramos que dicha tendencia fue impulsada durante esos días, principalmente de forma orgánica y por ciudadanos cubanos.
Volviendo a Venezuela, la existencia de redes anónimas y cuentas trolls que inyectan desinformación de forma regular en las redes sociales y que buscan sembrar discordia en la oposición venezolana, es un tema de permanente interés de la comunidad. Detectamos gran cantidad de bulos fabricados para generar daño a figuras políticas de la oposición venezolana como Juan Guaidó y Leopoldo López y en contra de iniciativas políticas y organizativas de la oposición venezolana, como la Consulta Popular realizada en diciembre de 2020:
Muchos de estos bulos fueron publicados en redes sociales por primera vez por cuentas trolls o impulsadas de forma coordinadas por redes anónimas, que hemos visto activarse de forma continua desde el año 2019, en decenas de ocasiones, para sembrar discordia en la oposición venezolana, generar ataques personales contra objetivos políticos y también para hacer propaganda política a favor ciertas actores políticos venezolanos.
En Venezuela, la investigación sobre cuentas trolls y redes anónimas que difunden propaganda y desinformación, apenas comienza.
Necesitamos de tu ayuda
Para realizar todo este trabajo, la comunidad Cazadores de Fake News se apoya en voluntarios y amigos dentro y fuera de Venezuela, que colaboran reportando nuevos casos, ayudando a analizar posibles bulos en nuestros grupos de discusión en Telegram y difundiendo el contenido creado desde la comunidad, para que más venezolanos tengan acceso a él.
Tú también puedes ayudar en la Red Cazadores. Si quieres saber cómo, puedes conseguir más información en este hilo.