El aparato de propaganda se nutre de recursos de argumentación en un esquema PENSADO para reforzar sus narrativas y minar los principios democráticos. En tiempos de storytelling, conviene conocer esas fórmulas
El Monopolio de propaganda chavista ideó un esquema PENSADO en contaminar el debate público con el predominio de sus historias en los medios de comunicación, ahora controlados por el Estado, y en las redes sociales a través de la guerrilla comunicacional que funciona, al menos, desde el año 2010.
En esta serie describiremos algunas de las cartas de ¿Casualidades? Que forman parte del Monopolio de propaganda oficialista, en un esquema PENSADO y organizado para posicionar su narrativa por encima de los hechos.
Carta 7: OFUSCACIÓN
¿Casualidades? Esta es la carta OFUSCACIÓN
“Si repites una mentira con la suficiente frecuencia, la gente e incluso tú la creerán”.
Joseph Goebbels, ministro de propaganda nazi
La publicidad y la propaganda han utilizado esta premisa como eje central de sus campañas desde entonces, lo que se lleva a la práctica en forma de canciones pegajosas o la repetición de ideas sin sustento que son usadas como argumento hasta ser plantadas en la mente de la audiencia.
Los “múltiples ataques” que recibió el líder opositor Juan Guaidó durante el año 2022 mientras era Presidente Encargado del Gobierno Interino de Venezuela es un ejemplo de la táctica de ofuscación. La narrativa del Monopolio de Propaganda estaba anclada en el supuesto de que “a Guaidó no lo quiere ni la oposición”, voceros y propagandistas del oficialismo intentaron repetir esa idea, usando como soporte montajes de ataques y trifulcas en actos públicos planificados en contra del dirigente, que se posicionaron en la opinión pública gracias al impulso en redes sociales que le dieron grupos de propagandistas, tal como fue documentado por Cazadores de Fake News en este artículo.
Falacia ad nauseam
«Como su propio nombre indica, el argumento ad nauseam, o hasta la náusea, está basado en la repetición de un argumento una y otra vez. Normalmente, esto se toma como base para afirmar la validez del argumento».
filosofiayloquesurja.net, citado por Contrapeso.info
En política, esta táctica se usa repitiendo una y otra vez la misma afirmación ―sin emplear argumentos o pruebas― hasta la conversión del espectador. Aunque por mucho que se repita la afirmación, no la hace verdadera, esta premisa se sustenta en la falsa creencia de que cuando se dedica tanta energía a la repetición de determinado mensaje es porque éste debe ser más cierto que cualquier otro.
“Deniz Extorsionador” y “Deniz vende patria” fueron algunos de los mensajes repetidos en el entorno digital venezolano como parte de una campaña de hostigamiento y difamación en contra del periodista venezolano Roberto Deniz, principal investigador de trabajos publicados por el portal de periodismo investigativo Armando.info sobre el empresario colombiano Alex Saab, que enfrenta un juicio en Estados Unidos.
Para posicionar esa campaña, el aparato de propaganda se valió de redes de cuentas coordinadas que posicionaron etiquetas en Twitter en contra del periodista, así como “portales de noticias” creados exclusivamente para publicar contenido difamatorio y contaminar las búsquedas de Google con mensajes que desacreditan la labor investigativa de Deniz. El objetivo principal de esta campaña era minar la credibilidad de Deniz y agotar al público al punto de que dudaran de la intención y veracidad de sus investigaciones.
Con la táctica de ofuscación se logran dos objetivos: posicionar la idea más repetida como la más creíble o cierta y, agotar a la audiencia en su intento de argumentar en contra de la idea predominante, por lo que se impone una narrativa diseñada desde el Monopolio de Propaganda.
Otra variante de esta falacia viene por el efecto del “león marino”, originado por un cómic del 2014 en el que un león marino exageradamente educado interrumpe una conversación, exigiendo explicaciones sobre el inicio de la misma.
“El objetivo de esta táctica es conseguir situarse en la posición de buscador constante de la verdad”.
EU vs Disinfo
De esta manera, el aparato de propaganda pretende ofuscar, agotar, extenuar tanto a la contraparte como a la audiencia hasta hacerles dudar de sus propios argumentos, para combatir esta artimaña es necesario mantenerse atento a los hechos por encima de las ideas y no permitir que las “frases hechas” se impongan ante las evidencias.
El Monopolio de Propaganda utiliza todas las cartas de este esquema PENSADO con el fin de contaminar el debate público, uno de los principios fundamentales de la democracia como sistema. En su intento de romper el monopolio comunicacional que, según ellos, ha ejercido la derecha, están estableciendo un nuevo monopolio acorde a sus historias, independientemente de los hechos.