El uso de falacias lógicas para distraer ante reclamos legítimos o acusar a la oposición, es una estrategia recurrente en la propaganda del oficialismo
Altos dirigentes del oficialismo venezolano regularmente utilizan falacias lógicas como la provocación, el sarcasmo, la negación, el ataque o la desviación al momento de hablar o responder temas o cuestionamientos sobre la realidad venezolana.
La estrategia se puede ilustrar analizando la reciente entrevista en el programa “Conclusiones” de CNN en Español, realizada al fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab por Fernando del Rincón el 12 de septiembre. En ella se identificaron algunas de estas falacias lógicas, que suelen ser utilizadas como recursos de propaganda por voceros oficialistas cuando son abordados con preguntas difíciles, como aquellas relacionadas con las violaciones de derechos humanos en Venezuela.
El primer argumento falaz identificado en la entrevista que ofreció Tarek William Saab a Fernando del Rincón es conocido como el Whataboutismo, que consiste en responder a una acusación o pregunta difícil haciendo una contraacusación o planteando un tema diferente.
En la entrevista, Fernando del Rincón le dijo a Saab que “usted ha dicho en innumerables veces que en Venezuela se respetan los derechos humanos”, continuando el debate mencionando varias organizaciones que afirman lo contrario. Ante esto, el fiscal general trajo a la mesa el conflicto en Gaza, diciendo que desde “ninguna ONG han dicho nada” sobre la muerte de niños y mujeres en la zona.
Como parte de la falacia para evitar responder tanto a la pregunta sobre quienes cuestionan la defensa de los derechos humanos en Venezuela, o reafirmar su postura de que estos sí se defienden, Saab dice que el tema de los derechos humanos no puede ser algo de “doble moral” en el que, por un lado, está el conflicto en Gaza, y por otro “ahora Venezuela es el país violador de derechos humanos”.
Al traer a colación este tema, Saab intentó desviar la conversación sobre los derechos humanos en Venezuela, y minimizar la crítica que varias organizaciones internacionales han emitido sobre las violaciones de los mismos en el país.
La segunda declaración falaz utilizada por Saab en la entrevista es la de Apelación a la Autoridad.
Esta falacia fue identificada cuando el periodista mencionó que el fiscal “ha dicho e innumerables veces que en Venezuela se respetan los derechos humanos” y tras nombrar a ocho organizaciones “que dicen todo lo contrario”. En respuesta a esto, el fiscal general respondió al entrevistador que estaba “hablando con un líder histórico de los Derechos Humanos en Venezuela” y pasó a enumerar su trayectoria profesional en esta materia, con lo cual intentó validar que en Venezuela sí se respetan los derechos fundamentales, y reafirmar su posición de invalidar a las organizaciones que denuncian al gobierno de Venezuela como responsable de crímenes contra los derechos humanos.
Otro argumento falaz utilizado por Saab en la entrevista es de tipo Ad Hominem, que se usa para invalidar los argumentos de una persona a través de acusaciones o ataques de carácter personal.
Cuando el periodista le preguntó a Saab “si está contento con la salida de Edmundo González de Venezuela a España”, el fiscal general evitó responder, diciendo que “la decisión de él (González) salir de Venezuela la conozco de primera mano”, y adicionalmente haciendo un señalamiento en contra de Maria Corina Machado indicando que ella “lo tenía (a Edmundo González) de títere, de monigote, que le quitaba el micrófono, que lo golpeaba, que lo maltrataba”, con lo cual buscó calificar a Machado como una persona agresiva y cuyas acciones llevaron a González Urrutia a salir del país.
El Falso Dilema es otra de las falacias identificadas en la entrevista.
Luego de recordar que la oposición representada por Machado y González Urrutia afirmaron reconocer al Consejo Nacional Electoral como árbitro de los comicios, Saab hizo la siguiente disertación “si fue bueno para que apareciera en tres tarjetas, ¿por qué ahora no es bueno cuando da el resultado? No puede ser. Entonces, si gano, aplaudo; si pierdo, rompo la mesa”.
Con esto, planteó una dicotomía con la cual intentó invalidar la posibilidad de que puedan existir razones legítimas para que la oposición cuestione los resultados, planteando solo las dos posibilidades extremas.
Pero esta falacia no es la única con relación a los resultados electorales; la falacia de la Prueba Anecdótica también fue identificada.
Ante el hecho de que el Consejo Nacional Electoral no publicó las actas del 28 de julio, mientras que la fórmula González Urrutia-Machado las reveló en un sitio web, el periodista le dijo a Saab que “por lo menos apareció algo”, y que “me encantaría que, como Ministerio Público, pudiera mostrar una de esas actas que dicen ser las del triunfo de Maduro, y otra de las de la oposición para que nos diga dónde están las falsificaciones”.
Frente a este exhorto, el fiscal general le respondió: “yo estaba allí y vi cuando los representantes del partido de gobierno hicieron esa entrega», recurso retórico en el cual aprovechó su experiencia personal para intentar validar, sin aportar evidencias verificables o concretas, que Nicolás Maduro fue el ganador de las presidenciales.
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