Aliados internacionales del chavismo apalancan nuevas narrativas engañosas contra autenticidad de las actas del 28-J

Entre los bulos utilizados en esta oleada impulsada desde el exterior están algunos promovidos por el chavismo que ya han sido desmentidos

Aliados del chavismo dentro y fuera de Venezuela, continúan alimentando la narrativa de que son falsas las actas electorales que fueron emitidas por las máquinas de los comicios presidenciales del 28 de julio, y reveladas por la oposición representada por María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, para demostrar que este último resultó ganador del proceso.

Un artículo del portal de noticias de línea castrista Cubadebate afirma develar “cómo manipuló las actas la oposición en Venezuela”. El artículo expone varios argumentos no utilizados por el chavismo, así como otros ya usados por la tolda roja y que fueron desmentidos recientemente –como que la autenticidad de las actas se podría demostrar con los metadatos o los muertos que votaron el 28J–, para descalificar las actas reveladas por la oposición.

“Disparidad de formatos”

Román Cuesta, autor del artículo, indica que le llama la atención «la disparidad de “formatos”, que presentaban estos supuestos documentos, en relación a las casillas que recogen las firmas de los miembros de las mesas electorales», pero el artículo no muestra alguna comparación que sustente esta afirmación. Por el contrario, no hay rastros de la imagen, ni siquiera en el código fuente de la página, por lo que podría haber sido eliminada por el autor.

Adicionalmente, en dos investigaciones realizadas por Cazadores de Fake News, relacionadas  con los metadatos de las actas emitidas por las máquinas de votación y de la recolección de las mismas, respectivamente, no se ha apreciado alguna disparidad con relación al formato de la casilla para que firmen los miembros de mesa.

No aparecen las firmas

Otro de los argumentos en contra de la autenticidad de las actas emitidas por las máquinas electorales es que “en muchas de ellas no aparecen las firmas de los testigos de las diferentes formaciones políticas, (recordemos que la oposición llevaba semanas denunciando un posible fraude) ni tampoco las de los operadores de las máquinas usadas en el proceso”.

La ausencia de las firmas no invalida las actas, tal como lo indica una investigación previa que desmonta ocho argumentos engañosos expuestos por el jefe de comando de campaña de Nicolas Maduro, Jorge Rodríguez, para invalidar estos documentos. Allí se cita el artículo 342, parágrafo segundo, del Reglamento General de la Ley Orgánica de Procesos Electorales, el cual establece que la falta de una o varias firmas en el acta no afecta, en ningún caso, la validez del acta.

Tachaduras y sellos sobre las actas no invalidan su autenticidad

Cubadebate expone que “otras de las irregularidades que dificultaban la verificación de las mismas son: tachaduras, sellos impresos sobre ellas e incluso la presencia de escaneos de huellas digitales que las ocultan”. Este argumento tampoco es válido para cuestionar la autenticidad de las actas debido a  que el hash, la firma digital, el código QR y los votos de los candidatos son perfectamente legibles, basta que el CNE y el PSUV proporcionen las copias de las actas que tienen para hacer las auditorías correspondientes. Además, las fallas en el proceso de digitalización, así como los metadatos no son en sí mismos pruebas de la supuesta falsificación

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Firma una persona distinta al testigo

Según el artículo, “otra de las irregularidades detectadas es la no concordancia entre el nombre que aparece impreso en el casillero y la firma correspondiente”. Para verificar si esto es cierto, se identificó en la imagen los dos últimos números de cédulas de identidad para buscarlos en la página del CNE. Al no poder ingresar a este sitio, se aplicó la búsqueda en la web del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat), y en ambos casos se encontraron coincidencias.

En uno de los casos, la persona firmó con su primer nombre y apellido, respectivamente, a pesar de que en el acta aparece su segundo nombre y el apellido está debajo de la huella dactilar, por lo cual no es cierto que no hay “concordancia entre el nombre que aparece impreso en el casillero y la firma correspondiente”.

En el otro caso, aunque el nombre coincide, la firma no parece ser la misma. Para hacer frente a este tipo de disparidades, es necesaria la auditoría del proceso.

El hackeo era parte de la estrategia

Según el artículo, “la estrategia de la oposición, contemplaba varias maniobras paralelas, esenciales para que el golpe tuviese éxito. Una de ellas se sustentaba en la publicación de esta página plagada de actas manipuladas, tras dificultar el proceso de conteo con ataques informáticos a los organismos electorales venezolanos, para crear el clima propicio dentro y fuera del país”.

La teoría de que la oposición habría dificultado el conteo de votos “con ataques informáticos a los organismos electorales” no tiene cabida. La red empleada para la transmisión de los datos desde las máquinas no podía ser hackeada debido a que, además de ser segura y cifrada, estuvo aislada el día de las elecciones, de acuerdo con lo explicado por Carlos Hernández, representante del CNE.


Cazadores de Fake News investiga a detalle cada caso, mediante la búsqueda y el hallazgo de evidencias forenses digitales en fuentes abiertas. En algunos casos, se usan datos no disponibles en fuentes abiertas con el objetivo de reorientar las investigaciones o recolectar más evidencias.

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