El régimen venezolano utiliza el deporte y los migrantes repatriados para blanquear su aparato represivo, mientras que redes de amplificación oficialistas viralizan desinformación que también resuena en la oposición
El uso del deporte como herramienta de propaganda no es nuevo, pero en Venezuela ha tomado una nueva dimensión con la presencia de símbolos de instituciones represivas en el fútbol profesional. La participación de UCV FC en la Copa Libertadores ha estado marcada por la exhibición del logo de Team Espartanos, vinculado a la Dirección de Asuntos Especiales (DAE) de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM).
Paralelamente, también se recurre a estrategias de propaganda para mejorar la imagen de otros organismos represivos como el SEBIN. En el programa “Con el mazo dando” se difundieron videos de ciudadanos venezolanos retornados forzosamente desde Estados Unidos, en los que funcionarios del SEBIN figuran en primer plano, acompañando a los deportados hasta sus hogares y recibiendo el agradecimiento de sus familias.
Un video descontextualizado de Oscar D’León en el Festival de Viña fue difundido por redes de amplificación de propaganda oficialistas, como si correspondiera a 2025. A las horas, el video fue amplificado por tuiteros venezolanos simpatizantes de la oposición, sin percatarse que se trataba de un contenido descontextualizado. La estrategia de descontextualizar contenidos multimedia es una táctica recurrente para generar desinformación y discurso de odio.
Brazo represivo del régimen representado en el uniforme del UCV FC
El equipo de fútbol venezolano UCV FC ha tenido una participación en la Copa Libertadores que ha quedado marcada por un detalle que trasciende lo deportivo: la inclusión en su uniforme de un logo usado por la Dirección de Asuntos Especiales (DAE) de la DGCIM, una unidad señalada por cometer violaciones de derechos humanos.
El pasado miércoles 26 de febrero el equipo disputó una fecha de la segunda fase del evento contra el Corinthians de Brasil. Aunque en la cita el equipo lució en la cancha una camiseta que tenía oculto el logo que lo relaciona con la DAE-DGCIM, en las redes sociales del equipo existen evidencias de la oficialización del símbolo de la represión como patrocinante del equipo.
La ONG Voces de la Memoria denunció en sus redes sociales que la exhibición de dicho logo juega en contra del código de ética de la FIFA y la Conmebol, el cual prohíbe la exhibición de mensajes políticos antes, durante y después de los partidos a menos que sea autorizado previamente por la Conmebol. Además, también recalcó que el equipo deportivo no tiene vínculos con la principal casa de estudios del país.
“La @ucvfcoficial USURPA el nombre de la Universidad Central de Venezuela. Con el logo de la UCV le hacen propaganda a la operación TUN TUN y son cómplices de los crímenes de lesa humanidad cometidos en Venezuela. Los crímenes de lesa humanidad no prescriben”. Realidad Helicoide
En 2020, el UCV FC fue adquirido por nuevos propietarios, y aunque no se ha hecho oficial, en redes sociales y fuentes cercanas al deporte han señalado que el verdadero dueño sería el coronel Alexander Granko Arteaga, director de la DAE y objeto de sanciones internacionales desde 2019. Esta podría ser una de las principales razones por las que la camiseta del equipo porta el logo de Team Espartanos, el cual ha estado presente en operativos represivos y propaganda oficialista y que ahora buscaría legitimarse a través de un evento deportivo internacional.
El Team Espartanos es presentado como un proyecto que apoya a 13 disciplinas deportivas con respaldo de empresas privadas e instituciones estatales. Sin embargo, además de ser una plataforma de desarrollo deportivo ha sido señalado como un instrumento de blanqueamiento de imagen para la DGCIM, organismo denunciado en informes de la Misión Independiente de Determinación de los Hechos de la ONU por torturas y crímenes de lesa humanidad, como la muerte del capitán Rafael Acosta Arévalo en 2019.
El emblema de la DAE, que es idéntico al del Team Espartanos y simula un casco de guerrero griego, se ha convertido en un símbolo de intimidación en Venezuela. Ha aparecido en videos de propaganda, operativos de detención y en la reciente “Operación TunTun”, un despliegue represivo contra opositores y manifestantes tras las elecciones presidenciales de 2024. Su presencia en el fútbol buscaría darle otra connotación: alejarlo de su historial de violencia y asociarlo con valores deportivos.
Venezolanos deportados abrazando a sus familiares, junto a funcionarios del SEBIN
El programa «Con el mazo dando», conducido por el ministro Diosdado Cabello y transmitido en Venezolana de Televisión (VTV), ha transmitido durante sus dos últimas ediciones videos de propaganda sobre reencuentros familiares de venezolanos deportados desde Estados Unidos, en presencia de funcionarios uniformados pertenecientes al Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), los cuales participan en la atención y traslado de los migrantes hasta sus hogares.
Los testimonios incluidos en estos videos, con una alta carga emocional, muestran a deportados venezolanos y a sus familiares expresando agradecimiento, repetidamente, a este cuerpo de seguridad, el cual es presentado como una institución «humanitaria» y comprometida con la reunificación familiar.
Los videos presentan la deportación de migrantes venezolanos como un ‘rescate’ liderado por el gobierno de Nicolás Maduro a través del Plan Vuelta a la Patria, reforzando la idea de un retorno seguro y la reunificación familiar. Mediante testimonios seleccionados, se proyecta gratitud hacia el SEBIN y Maduro, mientras denuncian las violaciones a los derechos humanos que sufrieron en EE.UU. reivindicaron el trato digno recibido en Venezuela. En los testimonios, tanto migrantes como sus familiares retratan positivamente al gobierno venezolano y critican a Estados Unidos y a Donald Trump.
“Allá nos dijeron que los derechos humanos no existían, no los dijeron varias veces (…) Llegamos a Estados Unidos, sí, es dinero, es plata, es esto… pero es cansancio, es ser esclavo de ellos allá. Y (gracias) al presidente Maduro que de verdad se acordó de los desadaptados que estábamos por allá y nos rescató de las garras del diablo (…) Yo escuchaba cuando decían que Donald Trump es el diablo y no lo creía, pero en verdad sí lo es”.
Testimonio de venezolano deportado de Estados Unidos
Al finalizar uno de los videos, Diosdado Cabello añade una capa más a esta narrativa al presentar la iniciativa como una expresión de «amor» en contraste con el «odio» de la oposición, a la que acusa de estigmatizar a los migrantes venezolanos.
La presentación de estos videos de propaganda, sin embargo, parece responder a un intento deliberado de limpiar la imagen del SEBIN, un organismo señalado por su rol en la represión política y la violación de derechos humanos.
Organizaciones internacionales como la Misión Independiente de Determinación de los Hechos de la ONU han denunciado al SEBIN por detenciones arbitrarias, torturas y persecución a opositores, así como por operar bajo el mando directo del Ejecutivo venezolano sin garantías de independencia institucional.
El uso de estrategias de comunicación para suavizar la percepción pública de instituciones represivas es un recurso histórico. Por ejemplo, durante la Guerra Fría, la propaganda soviética retrataba a la agencia de inteligencia y seguridad — conocida como la KGB — como un organismo protector del pueblo, ocultando su papel en la represión de disidentes y la vigilancia masiva.
Oscar D’León no estuvo en Viña 2025
El video en el que Oscar D’León supuestamente rechaza un cartel con el mensaje «SOS Venezuela» en el Festival de Viña 2025 es un caso de desinformación basado en imágenes descontextualizadas. Si bien la grabación es auténtica, no corresponde a la reciente edición del festival, sino a la de 2015. A pesar de que el artista no estuvo presente en Viña 2025, el material fue difundido como si se tratara de un hecho reciente, generando reacciones en redes sociales.
La desinformación comenzó en X, donde fue impulsada inicialmente por una cuenta asociada a la propaganda oficialista. Posteriormente, el portal Venezuela News publicó un artículo reforzando la narrativa, lo que permitió que el bulo ganara mayor alcance. Aunque el portal borró la publicación poco después, figuras influyentes en redes sociales ya habían replicado el contenido, ayudando a que se viralizara.
En 2015, cuando ocurrió el evento original, Oscar D’León respondió a la polémica afirmando que tenía derecho a «luchar por la convergencia» de Venezuela, dejando en claro que no apoyaba ninguna postura extremista. Sin embargo, su respuesta de hace una década no fue rescatada en la reciente difusión del video, lo que contribuyó a generar una percepción errónea sobre su postura actual.
Este caso es un ejemplo de cómo los videos sacados de contexto pueden ser utilizados para distorsionar la percepción de las audiencias. La táctica de reutilizar imágenes antiguas es común en la manipulación informativa, busca apelar a la emocionalidad, generar reacciones específicas sin que los usuarios verifiquen los hechos y desviar la atención sobre hechos recientes.
Cazadores de Fake News investiga a detalle cada caso, mediante la búsqueda y el hallazgo de evidencias forenses digitales en fuentes abiertas. En algunos casos, se usan datos no disponibles en fuentes abiertas con el objetivo de reorientar las investigaciones o recolectar más evidencias.